Julien de Guzmán cuelga las botas

La Voz REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

El  ex del Dépor se retira a los 35 años, considerado «el mejor futbolista canadiense de la historia»

30 ene 2017 . Actualizado a las 22:29 h.

Julian de Guzmán tiene pasaporte canadiense y orígenes filipinos. Su gran pasión era ser jugador de la NBA, pero su escaso metro sesenta y pico le empujó al fútbol. Llegó a A Coruña temiendo la lluvia a pesar de haber jugado en Alemania, sin familia y como una incógnita. Prometió un año sin sexo si le marcaba al Real Madrid y, tras conseguirlo, al año siguiente proclamó que bebería una botella de ron él solo si el Dépor se salvaba. 

A los 35 años, De Guzmán, que aterrizó en el Dépor de manera extraña, se fue convertido en uno de los preferidos de la grada y acabó denunciando al club por impago de 260.000 euros, ha anunciado su retirada en Canadá. «En mi opinión, es el mejor futbolista canadiense de la historia», dijo en el acto de despedida Paul Dalglish, su último entrenador en el Ottawa. De Guzmán fue 89 veces internacional con su selección. En el Dépor, disputó 109 partidos con un solo gol (al Madrid), desperdigados desde su llegada en el 2005 hasta su salida en el 2009.

CÉSAR QUIAN

Además de prometer abstinencia, ser un motor en el centro del campo a pesar de su físico y ser uno de los favoritos de Riazor, De Guzmán protagonizó la más insólita de las imágenes junto a Xisco, cuando celebró uno de los goles del balear al Racing en Santander agarrándose los testículos mutuamente. «Julian es mi hermano negro. Siempre estamos de broma y un día me comentó que teníamos que hacer una celebración en condiciones. Lo habíamos hablado y marqué, nos acordamos y lo celebramos. Fueron bromas nuestras, pero hubo varios del equipo que se quedaron flipados como diciendo: '¿Pero estos dos qué hacen?'. Nos reíamos mucho. Este mismo verano estuve con él en Toronto, nos acordamos de la celebración y hasta estuvimos viendo fotos. Fue algo divertido», explicaba en el 2011.

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