Un punto por un chispazo de talento

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois EL TERCER TIEMPO

TORRE DE MARATHÓN

21 ene 2017 . Actualizado a las 16:30 h.

Dentro de unos meses, costará recordar la visita a Las Palmas. Salvo por un inteligente pase largo y un remate. Un oasis de talento en un desierto de fútbol. Porque al Deportivo le falló esta vez el funcionamiento colectivo. Ni con balón ni sin él. Enfrente tenía un rival atractivo y reconocible. Con interesantes pasadores y regateadores, gusto por el juego asociativo y un entrenador que insiste en buscar la portería contraria a través del pase. Todo tan coherente como previsible, en un día en el que le faltaban sus mejores intérpretes por un castigo por indisciplina. Y ese equipo mareó al grupo de Gaizka Garitano durante todo el primer tiempo con mover el balón de un lado a otro como un hipnotizador balancea un señuelo. Ni faltas hizo apenas el noble e ingenuo conjunto blanquiazul: solo dos en la primera parte. Hasta que el rival dio un paso atrás y le regaló metros, no se creyó lo de mirar a la portería contraria. Quizá el gol del empate, casi fabricado de la nada, después de un partido discretísimo, sea la demostración del reciente crecimiento del Dépor, que puntúa en un campo difícil incluso sin jugar bien.

El partido encierra también algunos matices. Çolak -esta vez negado a balón parado- sonríe con la libertad de arrancar desde el medio, sin la obligación de equilibrar al equipo en la banda, donde las responsabilidades aumentan. Así que el segundo tiempo, con el turco cómodo para recibir y pasar en su territorio preferido, ofreció a un Dépor más competitivo. Garitano reunió en un mismo once la forma de Andone, la calidad de Joselu -al final incómodo en la derecha- y la inventiva de Çolak. Pero Guilherme y Borges dan un equilibrio necesario. Si le encaja todo, el Deportivo saldrá ganando.