Los mimbres del Dépor en las bandas son escasos y la ausencia de Carles Gil está condicionando mucho la alineación. El viernes obligó a retrasar a Joselu y echar a Çolak al costado, y eso no le viene bien al equipo. Garitano está muy atado por la plantilla que le queda para seguir jugando de la misma manera, ese 4-2-3-1 que estaba dando resultado, con Çolak por detrás del delantero, Gil a la derecha y Babel a la izquierda. Las ausencias de Fayçal y Gil trastocaron mucho los planes. Ahora dispones de Joselu y Andone, pero para tener a los dos en punta hace falta cambiar al 4-4-2 y echar a Çolak a banda, que es como perderlo.
El pase a octavos de Copa lo ha complicado todo. Por eso, cuando perdíamos por 1-2 frente al Alavés no estaba preocupado. Ahora se le va a exigir un sobreesfuerzo a la plantilla y que jueguen prácticamente los mismos con variantes mínimas, quizá en el mediocentro, los centrales o el lateral zurdo. No habrá más rotaciones y puede acabar pasando factura al equipo en la Liga. Y el sábado llegará el Villarreal, uno de los grandes, que obligará a un esfuerzo máximo. Lo que tiene de bueno pasar rondas, el refuerzo psicológico, te acaba matando en el aspecto físico. A ver cómo afronta el Dépor un enero muy sobrecargado de partidos.
Hace falta un refuerzo urgente, pero también creo que no puede llegar un jugador para rellenar la plantilla, sino alguien que mejore lo que hay, porque la economía del club no está para fichar por fichar. Claro que, con todo el respeto, mirando los equipos que vienen por detrás, da tranquilidad el margen de puntos actual. La pregunta sería: ¿Hasta cuándo te puedes permitir esa calma? No conozco las circunstancias, ni el tipo de jugador que está buscando el Dépor, pero ahora quizá sea el momento de, apelando a la filosofía Simeone, ir partido a partido.