El deportivista reclama protagonismo tras despuntar contra el Málaga y el Betis
03 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los últimos 22 minutos del encuentro del pasado sábado en Málaga podrían calificarse como los mejores del Deportivo en esta temporada. Coincidieron con la salida al campo de Carles Gil. El faro que iluminó el camino coruñés hacia la igualada momentánea en La Rosaleda, hasta que el trallazo de Ontiveros en el suspiro final aguó la fiesta, confirmó no solo el conocido guante que tiene en el pie izquierdo, sino que dispone del carácter suficiente como para tomar las riendas del equipo, incluso en los peores momentos. Salió al campo con un doloroso 3-1 y protagonizó los mejores lances: brindó la asistencia en el segundo gol deportivista, un cabezazo inapelable de Andone, y tuvo la picardía para sacar rápido la falta que derivó en el tercero: el pase a Juanfran y su centro para la pifia de Kameni y el cuarto gol de Borges.
Fue la particular manera con que el centrocampista valenciano reclama de nuevo protagonismo en una temporada que parecía empeñada en negárselo. Entre lesiones y la falta de confianza de Garitano, su hoja de servicios como deportivista arrojaba hasta ahora un paupérrimo balance de un partido al mes: comenzó de titular contra el Eibar (agosto), pero ya no jugó ni un minuto en la segunda jornada contra el Betis; volvió a ser titular frente al Athletic (septiembre), aunque desapareció hasta el derbi gallego (octubre); y en la última jornada de noviembre regresó con buen papel contra el Málaga.
Otra buena actuación contra el Betis en la Copa, cuando sirvió desde el córner el testarazo que Sidnei envió lastimosamente fuera en la mejor ocasión deportivista, le avala para algo más que para sustituir a Bruno Gama en la alineación que hará frente a la Real (lunes, 20.45 horas, Gol) en Riazor. Las ideas claras de Carles Gil pueden convertirse entonces en el camino hacia la tercera victoria de la temporada.