El central, clave para Garitano, se perderá un mínimo de cuatro partidos y dejará su sitio a Arribas
14 sep 2016 . Actualizado a las 16:12 h.El Dépor que dobló el ecuador de la temporada 2015-2016 no iba por mal camino. Había alcanzado el segundo tramo liguero con 27 puntos en el saco y cuando llegó a Cornellá encadenaba su quinto empate consecutivo. A la altura de la jornada 25, el ritmo sostenido prometía un desenlace liguero más o menos tranquilo. Pero mediado el primer tiempo del encuentro contra el Espanyol, Sidnei se frenó en plena carrera, envió el balón a la banda y reclamó la entrada de las asistencias. A partir de ahí, el equipo de Víctor Sánchez entró en barrena. Con Navarro de central, perdió ese duelo con los pericos, liderados por Asensio y enardecidos por la baja en los visitantes; cayó después ante el Granada, fue goleado por el Atlético y el Athletic y empató con el Málaga en casa. Una victoria frente al Levante (colista) fue el único alivio en ausencia de Sidnei. El brasileño, al que se le diagnosticó una lesión de grado 2 en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha, regresó después de un parón por citas de selecciones para participar en el 1-1 de Balaídos. El daño, sin embargo, estaba hecho, y al Deportivo le costó levantar cabeza hasta que viajó al Madrigal en el penúltimo encuentro del torneo.
Todo viene a cuento de ese momento en el que Sidnei empezó a cojear ostensiblemente nada más volver del descanso del duelo del pasado domingo. En el minuto 54 tomó el camino de la ducha y ayer se sometió a pruebas médicas que confirmaron las malas noticias: una lesión muscular de grado 1 en el bíceps femoral obligará al futbolista a parar durante al menos tres semanas.
21 días que se traducen en cuatro partidos, debido al maratón de duelos que arrancará el próximo lunes, cuando el conjunto que dirige Gaizka Garitano juegue contra el Alavés en Mendizorroza. Tres días más tarde, recibirá en Riazor al Leganés, y tendrá otros tantos para preparar su desplazamiento al Calderón. Si la puesta a punto no es fugaz, la baja de Sidnei también le impedirá participar en el encuentro contra el Sporting en A Coruña.
Un parón podría volver a jugar a favor del Dépor, ya que tras recibir a los gijoneses dispondrá de dos semanas de descanso antes de acudir al Camp Nou. Barcelona, donde empezaron los problemas del brasileño el curso pasado, podría ser el escenario del regreso del jugador más importante del plantel.
Una condición que refrenda el tremendo esfuerzo realizado por el club, que tras la venta de Lucas fue capaz de retener al brasileño igualando la oferta del Valencia y contando a su favor con la voluntad del central, decidido a no cambiar de aires de momento. 6,5 millones costó adquirir la totalidad del pase del defensa.
Renovación a punto
Para dificultar aún más la salida de Sidnei y aumentar al menos la compensación económica en caso de que esta finalmente se produzca -algo altamente probable cuando el jugador consiga la doble nacionalidad-, el Deportivo negocia hace semanas una renovación que está a punto de concretarse. Ambas partes han reconocido su sintonía en los últimos días y ayer el presidente blanquiazul explicó que «faltan cuatro detalles para cerrar el nuevo contrato».
La lesión no incidirá en el acuerdo, aunque sí obligará al míster a reemplazar a uno de los indiscutibles en el once (también lo era para Víctor cuando sufrió el percance de Cornellá). Llegará el turno de Arribas, que demostró frente al Athletic no haber perdido el buen tono del año de su debut con los coruñeses. El madrileño se ha visto relegado al banquillo por Albentosa y su presencia en el plantel garantiza un relevo de garantías en el eje de la zaga. Lo más probable es que le toque la parte izquierda del dúo y el alicantino se mantenga en la derecha. El emplazamiento le dificultará el inicio de jugada, pero ese nunca ha sido uno de sus habituales cometidos. Desde allí podrá al menos seguir limando asperezas con Luisinho.
Navarro, si se recupera, y Bergantiños, las otras opciones para el eje de la zaga
Con la plantilla corta como consigna, Garitano optó por ahorrarse la ficha del cuarto central en el primer equipo y aunque sí llegó Nacho Monsalve para el filial, al técnico vasco no le van a faltar otras alternativas.
Alejandro Arribas es la indiscutible primera opción, pero si esta falla o se multiplican los problemas en forma de sanción o nuevas lesiones, hay otros dos jugadores en nómina que pueden cumplir sin problemas en el eje de la zaga.
El primero es Fernando Navarro, al que el míster ya ha empleado en esa zona aunque por el momento haya sido integrado en una zaga de tres, con dos carrileros ofensivos. Su ventaja es que se maneja especialmente bien en el perfil izquierdo. Su lastre: unos problemas físicos que le impidieron formar ante el Athletic y le hicieron perderse el entrenamiento del pasado lunes.
La cuarta vía es Alex Bergantiños, habitual chico para todo que siempre ha rendido en la plaza de central improvisado.