Garitano utilizó frente al Eibar los tres dibujos tácticos trabajados durante la pretemporada: empezó con 4-2-3-1, siguió con 4-4-2 y acabó con 3-5-2
21 ago 2016 . Actualizado a las 17:48 h.El Dépor inició la temporada con una victoria que, por cómo transcurrió el partido, podría calificarse de inesperada, pero también buscada. Durante los noventa minutos del duelo contra el Eibar, y según las cosas no salían como Garitano deseaba, el técnico fue introduciendo variantes tácticas hasta conseguir el mejor rendimiento, que le condujo a la victoria.
De este modo, en un solo partido, puso en juego los tres dibujos que durante toda la pretemporada ha tratado de inculcar a sus futbolistas. Comenzó con un 4-2-3-1, prosiguió con un 4-4-2 para acabar remontando con el 3-5-2. «Durante la pretemporada hemos venido trabajando alrededor de dos sistemas: con cuatro atrás y con tres. Y bueno es que el equipo tiene los dos perfectamente asimilado. De esta forma, según los partidos y las circunstancias que se puedan dar en cada uno de ellos, estamos preparados para actuar de una manera o de otra», decía Gaizka Garitano el pasado jueves el día anterior a recibir al Eibar en el estadio municipal de Riazor.
Y, ahí, contra el conjunto armero, demostró esa facilidad que exhibe el equipo para adaptarse a los diferentes dibujos incluso durante los mismos noventa minutos. Porque Garitano dispuso un once con 4 defensas, 2 pivotes, 3 mediapuntas y un delantero. Quería intensidad. Presión muy arriba. Y asociación. Pero sus deseos solo le duraron 10 minutos. Y, viendo que las cosas no salían y tras el gol del Eibar cambió a un 4-4-2. Con Florin Andone Lucas Pérez juntos, Fayçal retrasó su posición. El equipo seguía pecando de demasiados balones largos. Posiblemente, saber que arriba estaban dos futbolistas rápidos y que marcan bien el desmarque para la carrera propició esa precipitación. El equipo no mejoró y el entrenador blanquiazul giró un poco más la rueda de las variaciones y apostó por el 3-5-2. Un sistema que, con tres centrales, puede tener carácter defensivo u ofensivo. Si la apuesta es por retrasar al equipo ante la ofensiva de un rival, como sucedió en el Teresa Herrera contra el Villarreal, retrasa los laterales y ya tiene una línea de cinco defensas.
El recorrido de Luisinho
Pero en este caso, el Dépor quería ganar el partido y meter a Luisinho como lateral fue una clara declaración de intenciones. El portugués tiene mucho más recorrido que Fernando Navarro y el equipo lo agradece. De hecho, el penalti a Lucas nace de un centro del futbolista luso. Garitano los situó a él y a Juanfran en la línea de medios y apenas bajaron de ahí. Así, el equipo logró mayor presencia en el medio del campo, más profundidad con los laterales, que no bajaban del medio del campo, y muchos jugadores alrededor del área para posibles rechaces.
Y con este nuevo giro de pizarra, el Dépor pasó en menos de noventa minutos de jugar con cuatro defensas y un punta a hacerlo con tres zagueros y dos delanteros. Por el medio más modificaciones hasta conseguir darle la vuelta a un partido que, más allá de la fortuna, premió la reacción desde el banquillo.