El Dépor visita uno de los campos que peor se le da en busca de una victoria tras catorce partidos sin lograrla
12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El legado de Irureta no incluyó el vídeo. Escapó el vasco a esa adicción a las tecnologías que hoy asola banquillos. Para preparar aquel partido del Calderón evitó atiborrarse de imágenes recicladas de cada jugador del Atleti. Le bastó con poner la tele y echarse un partido del filial colchonero. Tomó nota de las facilidades que ofrecía la defensa adelantada del B y se hizo una idea aproximada de cómo meterle mano al primer equipo, dirigido por Ranieri (el mismo que hoy anda líder de la Premier con el Leicester). Eligió a Víctor y a Makaay para hurgar a la espalda de Santi y el canterano Gustavo. El holandés le hizo dos a Molina, y el madrileño cerró la cuenta visitante antes del descanso.
Fue el actual técnico del Deportivo el último en mojar en un triunfo blanquiazul en campo colchonero. Desde esa campaña 1999-2000, la de la Liga del Dépor y el descenso del Atlético, no han vuelto a saber los coruñeses lo que es ganar en el Vicente Calderón, convertido en tierra maldita a fuerza de pinchazos de todo tipo. Desde entonces van doce partidos en el estadio rojiblanco: dos empates y diez derrotas; alguna tan dolorosa como el 6-0 con el que Pablo Insua debutó como titular en Primera, formando junto a Roderick frente a Falcao y Diego Costa.
No hay otra plaza en la que el conjunto coruñés acumule tantos encuentros consecutivos sin victoria. Ni siquiera la granadina de Los Cármenes, donde no gana desde hace 74 años -Caballero y Paquirri anotaron en el 1-2 para los hombres de Chacho-. Solo ha jugado allí otros diez partidos en la máxima categoría.
El 0-3 en el Molinón (diana de Flavio y doblete de Bassir) fue hace ya 18 años, pero solo ha habido desde entonces cuatro ocasiones de reeditar victoria, todas sin éxito. Salvo esos del Granada y el Sporting, el Dépor ha ido ganando al menos una vez en cada feudo importante después de haberlo hecho aquel 28 de noviembre del 99 en el Calderón.
Allí vuelve hoy a actualizar la historia en complicadas circunstancias. Inmerso en una pésima racha, de precedente tan cercano como único. Catorce citas sin catar tres puntos de una tacada (doce en Liga y dos en Copa). Como el año pasado antes de recibir al Levante, aunque en nada se parecen los chicos del Cholo a los que entonces dirigía Alcaraz. Los granotas eran un conjunto blandito que llegaba a Riazor casi con los deberes hechos (se salvaron matemáticamente en A Coruña pese a la derrota), los rojiblancos, el equipo menos goleado del continente, aún pelean por dar caza al Barça en lo alto de la tabla.
Cuesta meterle mano al Atlético, que persigue el récord de menos goles encajados; el del Dépor de Arsenio en la 93-94. La última versión blanquiazul lo intentará hoy sin su hombre gol. Podría ser Riera el que doble su cuenta, o Jonathan el que la estrene. Se busca quien haga de Víctor, con Víctor en el papel de Irureta y la tablet jubilando al televisor.