Lucas y Luis Alberto, su pareja de goleadores, afinan la puntería para reencontrarse con el triunfo
25 feb 2016 . Actualizado a las 16:45 h.La fortuna y el esfuerzo forman parte del juego, por eso el Dépor insiste en el trabajo diario para que el bache de empates y derrotes concluya y las victorias lleguen de inmediato. Víctor incluyó en el entrenamiento de ayer tareas extra para los delanteros. Mientras el resto de la plantilla se aplicaba en labores de defensa y ataque, de circulación del balón y apertura a los extremos, los jugadores de referencia del equipo se trasladaban por parejas a un campo anexo para ensayar remates a portería. Así, por turnos, Riera y Lucas, o Luis Alberto y Jonathan, acompañados por los centros desde la banda de los fabrilistas Ben Fisk o Lucas bombardearon la portería defendida por el canterano David.
La sucesión de ocasiones falladas en los últimos partidos, especialmente en el más reciente en Riazor contra el Betis, pudo llevar al entrenador a pedir un nuevo impulso a una línea que debe liderar el paso adelante del Dépor el domingo (18.15 horas, digitales) contra el Granada, cuando aspira a zanjar la racha de nueve jornadas sin ganar. Es conocido que el caudal ofensivo coruñés está creciendo en esta segunda vuelta de la competición. En comparación con el espléndida primer período, que concluyó con 27 de los 32 puntos actuales, ahora se están multiplicado las ocasiones (antes llegaban a una media de ocho por partido y ahora superan las nueve), pero no les acompaña la cifra de goles.
El Deportivo llegó al ecuador del campeonato con 165 oportunidades creadas para 26 goles, es decir, necesitó al menos seis para marcar. Este promedio se incrementó sobremanera en las jornadas siguientes. Anotó 7 tantos después de 68 ocasiones, lo que supone que casi precisó diez para acabar acertando con la portería. Por si el dato no resultase suficientemente llamativo, también lo avala el del acierto en los disparos a puerta. En tres de los partidos más recientes, el equipo coruñés no acertó con el marco rival en la mitad de sus remates. Le sucedió contra el Valencia (33 %), el Rayo (36 %) y el pasado sábado frente al Espanyol (23 %).
Cuatro futbolistas marcaron los goles del equipo coruñés. Lucas, Luis Alberto y Fayçal festejaron dos tantos cada uno, mientras Bergantiños anotó otro. La vuelta del pichichi blanquiazul, autor de catorce goles en Liga, donde se destaca entre los máximos goleadores españoles, pero baja en el partido disputado contra el Espanyol, devuelve la confianza en una línea cuyo rendimiento es clave para superar este bache.
Centros y remates
En el entrenamiento de ayer, después de finalizar la tarea encomendada y mientras buena parte de sus compañeros se retiraban a los vestuarios o se entretenían con el futboltenis, los tres bigoleadores de esta segunda vuelta aún insistieron en seguir chutando a portería. Si los Zipi y Zape del Dépor pisaban el área para rematar centros desde las bandas, el internacional marroquí insistía en los misiles lejanos, como aquel espectacular contra el Rayo -«el mejor gol de mi carrera», dijo-, y parecía esforzarse por limpiar de telarañas las esquinas de la portería. La imagen de unos y otro recordó ese afán rematador, mitad superstición, mitad intento de superar los nervios, que Lucas, Fayçal y también Mosquera protagonizan en Riazor después del calentamiento previo a los partidos, cuando con sus disparos buscan la red de la portería de Marathón.
Para el Dépor solo hay un horizonte este domingo, el de declarar la guerra al bache y volver a sonreír en Riazor.