Víctor invitó al vestuario a un experto en gestión de liderazgo, que impartió una pequeña charla a la plantilla para fortalecer el sentimiento de grupo
14 oct 2015 . Actualizado a las 13:53 h.El Dépor asienta los pilares de la temporada de su consolidación en Primera y Víctor no quiere dejar nada al azar. Por este motivo, planificó una jornada completamente diferente a la habitual. Ocurrió el pasado viernes. Al paseo en bicicleta hasta la Torre de Hércules añadió el encuentro de sus futbolistas con Álvaro Merino, profesor universitario, conferenciante en ámbitos empresariales y deportivos y, según se define él mismo, activador de talento. Amigo del entrenador madrileño desde que este cursó el MBA de gestión de entidades deportivas de la Escuela Universitaria del Real Madrid hace seis años, Merino viajó a A Coruña, charló con los futbolistas en el vestuario de Riazor, participó como uno más en el recorrido por la ciudad y luego comió junto al cuerpo técnico.
«Todo tuvo que ver con la gestión de personas, cómo ser capaces de sacar el máximo potencial a un equipo y a unos jugadores desde el aspecto técnico y humano. Ellos [por Víctor y sus ayudantes] hacen una apuesta clarísima por las personas, porque no se puede separar el jugador de la persona, así que hay que trabajar todos los planos y yo trabajo mucho en otros entornos empresariales, deportivos y compartiendo los retos que tienes por delante. Están creando ese sentimiento de equipo, cómo se fortalece. Apuestan por el trabajo desde la confianza y, entonces, compartimos muchas claves. Han hecho un trabajo precioso desde la pretemporada y están viendo ahora los frutos. Ellos dicen que con doce puntos no se salva nadie todavía, para mantener ese trabajo con la máxima humildad, pero con una rectitud, una disciplina y una firmeza importantes, igual que con un respeto hacia los jugadores y eso es seña de identidad de todo el cuerpo técnico. También David [Dóniga, el segundo entrenador], Nacho [Oria, el preparador físico], Carlos [Morales, el analista] o Manu [Sotelo, el preparador de porteros], todos, son gente que está muy formada en esto del fútbol y, además, se admiran mutuamente y tienen un respeto por el trabajo de cada uno enorme y una mentalidad colectiva que he visto en pocos sitios», afirma. La visita del experto, a quien se vio compartir risas y bromas con todos aquella jornada, no fue una colaboración esporádica, pues podría volver próximamente. «Quizá en el próximo descanso, pero Víctor y yo compartimos puntos de vista a diario. Si mi agenda me lo permite, iré allá de nuevo», prometió.
«En el Dépor todos se sienten muy protagonistas del proyecto»
Conocedor del día a día deportivista por la amistad que mantiene con Víctor, Álvaro Merino disfrutó de un vestuario donde, subrayó, «el clima es fantástico» y en el que, añadió, «la referencia que tiene el jugador es el entrenador», de quien destacó el ingente trabajo que desarrolla y el cariño con que lo hace.
-¿Qué acogida tuvo en el vestuario su tarea? ¿Le costó llamar su atención en pleno descanso de competiciones?
-Yo no hice nada, no fue nada, fue solo un pequeño ejercicio de tres minutos. Estaban haciendo algo fuera de su día a día y lo mío fue nada, no fue nada significativo, fue un pequeño inicio de la jornada, pero nada, para reforzar el que todo el mundo es importante en un equipo, para reforzar los mensajes que los entrenadores les están lanzando en el día a día y luego ya cogí la bici y a pasear. Al final la referencia que tiene el jugador es la del entrenador. Esto es muy importante, después del trabajo de credibilidad que están haciendo en el día a día, un trabajo con un cariño profundo. Porque es élite y los resultados mandan, pero la base ellos la están trabajando con mucho respeto y mucho cariño.
-¿Durante su estancia entre los futbolistas se encontró personas participativas y receptivas? ¿Hubo algún caso que le llamase la atención?
-Todo fue muy bien. Además, como fue una actividad que rompió la dinámica, los chicos estaban encantados. Era el momento de hacer caballitos con la bici y todo fue muy bien.
-Hay gente muy extrovertida en la plantilla de esta temporada ¿le favoreció ese entorno para su ejercicio, verdad?
-La situación fueron solo cinco minutos y el clima, y lo digo contrastado con Víctor, el clima fue fantástico. Ellos hablan mucho del concepto del protagonista, no tanto del titular o del suplente, sino del protagonista. Puedes no ser titular, pero eres protagonista en un equipo. Eso es algo muy importante en la élite y en el Deportivo todos se sienten muy protagonistas del proyecto. No se motivan con frases maravillosas, sino con un proyecto. Convence a una persona de un proyecto y la tendrás enchufada, y eso ellos lo están haciendo muy bien.