El Dépor ha jugado cinco encuentros. Ha ganado dos, ha empatado dos y ha perdido uno. Lleva ocho puntos, que viene siendo casi un cuarto de todos los que obtuvo en el pasado campeonato. Y aunque todavía es pronto para saber cuál será la verdadera dimensión del equipo esta temporada, sí que se puede asegurar que las sensaciones son muy buenas. Incluso en la derrota ante el Sporting, el equipo pudo perfectamente salir del duelo mucho mejor parado.
Víctor Sánchez del Amo tiene mucho mejor equipo que en la pasada temporada. Ayer mismo, ante el Betis, se pudo ver cómo un encuentro que caminaba por la senda del empate a cero fue desatascado por un golazo de Fede Cartabria. Y que después, tras el accidente del empate bético, llegó una jugada colectiva con un remate espectacular de Fayçal. Hay mimbres suficientes como para resolver por la vía de la individualidad lo que el colectivo no te pueda dar en un mal día.
De momento, puede decirse que Sánchez del Amo los tiene bien colocados y en estado de máxima tensión. Con la única excepción de Lux, que genera ciertas dudas en la defensa, el grupo de zagueros está en gran forma. Anteayer, especialmente un magnífico Arribas, con una concentración máxima y un sentido de la anticipación fuera de lo común. El Dépor tiene una gran defensa. En el centro del campo, sorprendió la presencia de Juan Domínguez, que baja el nivel con respecto a Borges, tal y como se puso de manifiesto con la salida del tico al terreno de juego. Sus llegadas desestabilizan al rival y producen goles. Mosquera sigue siendo capitán general. Y arriba, Jonathan Rodríguez pelea y pelea, corre y corre, pero todavía no ha encontrado el camino de la portería contraria. Y luego están Luis Alberto, Fede Cartabria y Oriol Riera, que ni ha jugado. Hay equipo. Y una temporada ilusionante por delante.
Cuando el dinero se nos caía de los bolsillos, y cenábamos todos los días a cuerpo de rey, todo era más sencillo. Pero ahora que cada euro cuenta; ahora que las deudas se pagan; ahora que todo es más difícil, resulta que se han hecho bien las cosas y que esto marcha. Sin trampa ni cartón.