No recibí nuevos mensajes del deportivista residente en Sevilla, a quien preocupa la reacción del equipo de Emery que ganó en Alemania frente Borussia, después de cinco derrotas seguidas fuera de su campo. Dicho así tiene cierto valor porque nos descubre a un rival que se presentará en Riazor dispuesto a volver a la buena senda y ganar, según advertencia del amigo coruñés. Hablaremos, pues, del Sevilla aunque poco hay que contar salvo decir que es un equipo casi imbatible en su campo pero muy blando cuando juega fuera. Por esto mismo sorprende oír que el equipo andaluz vendrá con la moral alta y muy recuperado para dar la batalla al Deportivo, equipo este que a veces muestra atisbos de recuperación para volver esa línea desde la cual hay que mirar para abajo y ver a otros equipos más en apuros.
El caso es que falta poco más de día y medio, porque el encuentro tendrá lugar pasado mañana a la 4 de la tarde, a esa hora que antes era la habitual en los partidos de fútbol. Y en tan corto plazo, es difícil que tome cuerpo el temor coruñés, sino todo lo contrario porque eso de que el Sevilla viene a ganar es frase muy repetida, y también muy fallida, por todos los equipos visitantes. Hay que tener en cuenta que para ganar no basta con la intención. Al Deportivo esa intención no le faltará, pero sabido es que necesita más para hacerse con los puntos y conseguir que reine la calma en el ambiente. Porque se esperan partidos más difíciles.