Decir hoy que para el Deportivo, igual que para el Almería, llegó la hora de la verdad, es ajustarse fielmente a lo que dice la clasificación aparecida ayer en una de las páginas que este periódico dedicada a la actualidad deportiva. Ya puede uno plantear como mejor le convenga la situación de los equipos, incluso enfocar el problema del descenso desde un ángulo que disimule para el lector la gravedad palpable que, por mucho que se disimule el miedo, la caída resultará inevitable? salvo que el marcador diga lo contrario.
En el fútbol todo dependerá de lo que consiga un equipo -en este caso el Deportivo, claro está- a lo largo de 90 minutos de juego, plazo en el que los de Víctor Fernández deberán acertar hoy a imponerse al Almería, equipo que en esta Liga no fue capaz de ganar más que un partido de los jugados en su campo, dato que anima a pensar que no sea el Deportivo su segunda víctima. De verdad, no lo esperamos.
Poco más puede decirse en este comentario previo a tan importante encuentro. Y lo de importante no se debe a la calidad extra de los participantes, sino por la trascendencia que de cara al futuro puede tener su resultado. De momento bastante dice la clasificación, que no engaña puesto que resalta cuanto tienen los equipos en juego.