La tranquilidad ayuda a creer en lo que se está haciendo

Carlos Brizzola ENTRENADOR Y EXDEPORTIVISTA

TORRE DE MARATHÓN

01 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Deportivo hizo su partido, pero siempre con el respaldo del marcador. Jugó muy concentrado, presionó en ataque y no dejó hacer el fútbol habitual al Rayo, porque presionó mucho a Zé Castro, que es por el que hace todos los ataques combinados. A pesar del empate el equipo se fue al descanso con la buena sensación de poder ir por delante en el marcador tras la jugada con que finalizó la primera parte.

En el segundo mantuvo la buena dinámica de juego, disfrutó de más llegadas al área que en otros partidos y, sobre todo, acertó. La jugada del penalti fue muy clara, no siempre se pita, pero fue muy clara. Y con el 1-2 aguantó el partido perfectamente, no fue embotellado en ningún momento y hasta gozó de situaciones para concretar algún gol más.

Es cierto que el Rayo es un equipo especial, porque o te apabulla o pasa muchos apuros defensivos. Es así, pero en el Dépor la inclusión de Lucas, aunque este no fue un partido en el que destacase especialmente, sí le da otra dimensión ofensiva desde la mediapunta, porque pisa el área constantemente. Riera fija a los centrales y de espaldas juega muy bien, mientras Borges le da al equipo un poquito más de aplomo.

Los goles fueron cómo fueron, pero nunca es fácil llegar y meter dos. Tiene mucho mérito que un medio pise tanto el área como él, porque anduvo metido en todos los balones que cayeron en el área. Tiene olfato y se le vio bastante asentado. No va a ver puerta en todos los partidos, pero sí que mandó mucho en el centro del campo, justo uno de los problemas que el Dépor padecía hasta ahora: la falta de liderazgo. Tiene poso de jugador, experiencia y cierta categoría para jugar ahí.

Si a esto le añadimos el gran rendimiento de Sidnei, que está sorprendiendo a todos por la intensidad que mete en defensa, la anticipación y que, además, juega bien al futbol y le da una salida clara al equipo, ya tenemos un buen puñado de razones de por qué el Dépor ganó en Vallecas. El equipo se encuentra en la buena onda. Quizá termine la jornada a cinco puntos de los puestos de descenso y esa tranquilidad le ayuda a creer en lo que se está haciendo. Es el momento de trabajar en silencio y que el equipo vaya cimentando la permanencia a partir de puntos. Lo importante es llegar a cuarenta. Y ya tiene la mitad.