Perder hubiese sido peor

TORRE DE MARATHÓN

27 ene 2015 . Actualizado a las 04:46 h.

TNo debe sorprender al 2-2 porque es un resultado normal entre equipos con agobios en la clasificación, más acusados en el conjunto andaluz que al final se iría de Riazor con la creencia de haber iniciado una etapa nueva de recuperación con la llegada de Abel Resino, del que puede decirse que entró con el pie derecho y salió llevándose un punto con el que, a aquellas alturas del partido, no se esperaba. Digo ?un punto?, cuyo valor podrá terminar siendo importante en el supuesto caso de una igualada final en la tabla y hubiese necesidad de recurrir al gol average. Esta posibilidad no es fácil que suceda, puesto que la Liga camina hacia un final cada vez más apretado que no permite hacer análisis manejando posibilidades para un consuelo, opción esta falsa de la que se echa mano cuando la realidad no ayuda porque termina cayendo del otro lado. Esto es lo que sucedió frente al Granada, equipo del que hace un par de días confesamos que siempre había sido un rival complicado para los coruñeses. Ayer mismo confirmó los temores, empatando el Deportivo cuando tenía la obligación de ganar porque contaba con un marcador favorable, jugaba en su campo y el partido había entrado en los últimos minutos. Peor llegó el empate que no permite ni el más ligero respiro en futuros encuentros en los que -hay que repetirlo- los hombres de Víctor Fernández están obligados a un esfuerzo que sirva para mantener las esperanzas que el deportivismo tiene depositadas en su equipo.