Ni los números ni las sensaciones

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

El Dépor llega al parón al borde del descenso y con el mismo juego que provocó la crisis de Sevilla

23 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«Del partido de Sevilla no hay nada que rescatar». Lo dijo Víctor Fernández a los doce días del ridículo del Pizjuán. Y no se rescató nada. Ni siquiera la lección recibida sobre todo lo que se debe evitar en un campo de fútbol. Víctima de su amnesia, el Dépor repitió este domingo en Villarreal el mismo deambular triste del 6 de octubre. Olvidado quedó también el ejercicio de autocrítica al que se habían lanzado algunos meses antes. Un capitán (Laure) pidió entonces disculpas a la afición. Otro (Manuel Pablo), comparó la imagen dada con la versión del equipo coruñés que había acabado en Segunda hace un par de campañas. El complicado desenlace del 2014 blanquiazul ha vuelto a resucitar ese fantasma, el de la Navidad del 2012.

La posición en la tabla

Más puntos y peores rivales

Oltra fue despedido en pleno parón invernal, con el Deportivo último en la tabla tras 17 jornadas. Cuando llevaba 16 (las mismas transcurridas esta campaña), acumulaba 12 puntos, 21 goles a favor y 37 en contra. Peor balance que el registrado ahora por los de Víctor, salvo en el apartado de tantos a favor. En favor del técnico maño juega también el nivel de los rivales. Hace dos años, la brecha se abría en el puesto 14 (lo ocupaba el Zaragoza, que acabó descendiendo), a siete puntos del colista. Hoy esa es la distancia que separa al equipo coruñés del octavo clasificado (Celta). El próximo visitante de Riazor, el Athletic, marcha undécimo a tiro de dos victorias.

El factor anímico

Tercera situación límite

Salvo sorpresa en forma de fulminante destitución previa, el duelo con los de Valverde será la tercera situación límite que vive Víctor Fernández este curso. De la del Pizjuán salió a lo grande, firmando el único partido digno de recordar hasta la fecha. La siguiente crisis se abrió tras la doble visita del Málaga y se cerró (esta vez con mucho menos consenso) venciendo al Elche por la mínima. Y es probable que el ambiente en Riazor esté aún más enrarecido el 3 de enero, cuando lleguen los bilbaínos.

A golpe de revoluciones

Sin propuesta definida

También es de esperar que el primer encuentro del 2015 suponga un nuevo golpe de timón en busca de un modelo al que dar continuidad. El míster ha hecho bailar nombres y esquema en cada cita clave. Lo ha intentado con un 4-2-3-1, un 4-3-3 y un 5-3-2 y ha ido reubicando a varios jugadores. Fariña ha jugado de enganche y de extremo; Juan Domínguez, de mediocentro y mediapunta; Cavaleiro, de extremo, mediapunta (el puesto maldito) y delantero centro; Juanfran y Luisinho han ejercido tanto de laterales como de interiores...

Pero si alguien ha tenido que demostrar una especial capacidad de adaptación ha sido José Rodríguez. El alicantino pareció caer en desgracia después de un excepcional rendimiento en pretemporada y cuando volvió a entrar en los planes del técnico lo hizo desplazado a una banda. Además de jugar por delante de la defensa, en el doble pivote y (cómo no) la mediapunta, le ha tocado hacer de extremo y hasta de lateral unos minutos en Copa.

Bajo rendimiento

Poco jugador indiscutible

Los bandazos no responden al capricho. Si a Víctor le está costando dar con una propuesta fiable, el plantel tampoco está siendo de mucha ayuda. Apenas hay jugadores indiscutibles. Han rendido a buen nivel Sidnei y Luisinho, los dos más utilizados del plantel, con 1.260 minutos. Casi 80 más que Medunjanin, elemento básico para el técnico hasta el encuentro de Villarreal. El bosnio lució frente al Valencia, pero su irregularidad ha ido en consonancia con la del equipo. Junto al central brasileño y el lateral portugués (por encima de ellos en realidad), lo mejor del Deportivo 2014-2015 lo ha puesto Fabricio, asentado en la titularidad tras la crisis del Pizjuán.

No es casualidad que los hombres más destacados integren la zaga y la portería blanquiazul. Al equipo le falta juego y gol. Es el segundo que menos tira a puerta, tras el Córdoba.

Circunstancias adversas

Lesiones y fichajes tardíos

Además del bajo rendimiento de algunos jugadores llamados a marcar diferencias, Víctor Fernández puede esgrimir como disculpa el cierre tardío de la plantilla, con tres fichajes de última hora, y las lesiones de algunos hombres clave, especialmente los destinados a jugar en banda. Fariña se ha perdido cinco partidos por sus problemas físicos, Salomao no ha podido debutar en Liga, y Lucas solo ha logrado disputar 76 minutos.