El Dépor ocupa la decimoséptima posición en la tabla, es decir, la última plaza que permite la permanencia en Primera. Solo Elche, Levante y Córdoba están por debajo. No hace demasiado tiempo se conocieron los topes salariales de los clubes. En este ránking, el Deportivo ocupa el decimosexto lugar, solo por delante del Córdoba, Eibar, Elche y Almería. La relación entre el dinero de que se dispone para confeccionar la plantilla y el puesto en la clasificación es evidente. No exacta, pero sí muy cercana.
Al margen de lo bien o mal que lo haga la tropa de Víctor Fernández, el propio técnico o la directiva de Tino Fernández, el punto de partida del Deportivo en esta campaña es el más difícil de los veinte clubes de la Liga de las Estrellas. No hay que olvidar que los coruñeses vienen de protagonizar el mayor concurso de la historia del fútbol español, con 160 millones de deuda. Y que esa losa limita enormemente el dinero que se puede destinar a la configuración de la primera plantilla. La cantidad también sería sensiblemente más alta si Lendoiro no se hubiera gastado por anticipado cinco millones del contrato de televisión de este año y del siguiente. La mochila que el club lleva a cuestas es terrible.
Mientras Lendoiro campa a sus anchas y pasea su indignidad (indigno es que se vanaglorie de la gestión que arruinó al club) con cierta desvergüenza, hay que estar mentalizados: el Dépor va a sufrir. Y ya se sabía desde el minuto uno de esta Liga porque a ello lo han condenado.