La cantera: objetivo irrenunciable

francisco pastor REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Entrenamiento del equipo juvenil de División de Honor, que dirige José Ramón.
Entrenamiento del equipo juvenil de División de Honor, que dirige José Ramón. césar quian< / span>

El Deportivo pretende convertir la olvidada y maltratada base del club en un activo de futuro

07 sep 2014 . Actualizado a las 21:48 h.

Dentro del proceso de reconstrucción del Deportivo, el club ha fijado entre sus prioridades la potenciación y desarrollo de la cantera. Se trata de recuperar el terreno perdido en los últimos años que le ha llevado a quedarse varios pasos por detrás del eterno rival Celta. Para ello, el consejo de administración, liderado en esta faceta por Fernando Vidal, dedicará recursos económicos y humanos para que la base deje de ser un compendio de reinos de taifas y pase a ser un activo real del Deportivo.

El objetivo es doble, como reconoce el propio Fernando Vidal. «Queremos un futuro en el que la cantera nos reporte plusvalías por la venta de jugadores y nos nutra de futbolistas al primer equipo». Pero para llegar a la estación final, el consejero responsable de la parcela deportiva se ha marcado otro objetivo. «Nuestra idea no es simplemente tener equipos en categorías inferiores que dominen los torneos de la comarca. Tanto ganar en casa quizá nos hizo perder la perspectiva. Aspiramos a estar en condiciones de competir con los principales equipos españoles. Participar en grandes torneos nacionales e internacionales y pelear. Nuestro objetivo es conseguirlo en tres o cuatro años».

Los blanquiazules están esperanzados de que en el 2018 ya se haya alcanzado semejante estadio. «Y a partir de ahí, comenzaríamos a estar en condiciones de que los canteranos se vayan abriendo paso hacia el primer equipo. No se trata de que los chavales lleguen a la primera plantilla por necesidades económicas del club, sino de que lo hagan por empuje. Se ganarán el sitio de manera natural».

Para llevar a buen puerto el proyecto, el club ha decidido apostar fuerte. Dedicará no menos del tres por ciento de su presupuesto al desarrollo de la cantera. Creó un organigrama nuevo que trabajará coordinado por una misma línea de pensamiento dirigida por Albert Gil. Habrá una red de ojeadores encargados de detectar talentos y se tomará muy en serio un proyecto embrionario llamado Dépor-Educador, que pretende conseguir una especie de ADN blanquiazul, lograr la formación de jóvenes y valiosos futbolistas, pero educados en una serie de valores nobles y apoyados de forma continúa en sus esdudios. No bastará con sacar futbolistas. «Queremos también formar personas y ayudarles en su desarrollo».