El Dépor llega a la hora de la verdad

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Un Riazor lleno recibe al Eibar en un duelo que puede dejarlo a un paso del retorno a Primera

18 may 2014 . Actualizado a las 12:44 h.

El reloj marca la hora del Dépor, que debe sentenciar hoy su inmediato retorno a Primera División. Todo rueda a su favor: juega al abrigo de Riazor, que presentará la mejor entrada de la temporada, cuenta con toda su plantilla disponible (salvo Salomão, lesionado desde marzo) y, aunque es cierto que su ventaja ha menguado en los últimos tiempos, saltará al césped aún con más de un partido de diferencia respecto a la zona de promoción. Se enfrenta, además, al mejor adversario de la categoría, el que más le puede motivar, el Eibar, pues se ha revelado como el único regular y capaz de discutirle el liderato, pues se ha acercado a solo dos puntos.

El momento también invita a la revancha, pues el Deportivo regresa a A Coruña por primera vez tras aquel sonrojante varapalo de la Ponferradina, picado en su orgullo y decidido a zanjar dudas después de haberse dejado por el camino buena parte del colchón de puntos que laboriosamente se había tejido. Solo le queda insistir en sus virtudes a lo largo de la competición: el oficio, la solidaridad y una defensa prácticamente invulnerable.

Por eso no se esperan grandes novedades en los planteamientos de Fernando Vázquez. Los experimentos quedan descartados. Si el Dépor ha llegado hasta el instante decisivo de la competición gracias a un estilo, no va a renunciar a él justo cuando llega el examen final. Parece segura la vuelta de Laure al lateral derecho, por lo que Seoane, asistente de Borja en el empate del pasado domingo, podría regresar al lateral zurdo. No se esperan novedades en la parcela ofensiva, donde Juan Domínguez, Sissoko y Rabello marcan el ritmo de juego, mientras Ifrán se mantiene como referencia ofensiva.

Aunque también podría insuflar de aire fresco una alineación tipo que ni como local, ni en Lugo, ni en Vitoria ha ofrecido su mejor versión. La posible entrada de Antonio Núñez dejaría a Seoane en el banquillo, retrasaría a Luisinho al lateral y liberaría a Sissoko en la mediapunta. Pero también cabría pensar en toda una revolución: la inclusión de dos delanteros, quizá Ifrán y Borja, los dos últimos goleadores, mientras Rabello y Sissoko partirían como centrocampistas desde la banda.

Emoción

Las declaraciones del entrenador coruñés en las que defendía las bondades de un posible empate final en el encuentro de esta mañana invitan a pensar que se desarrollará más en el ámbito de las pizarras que en el del espectáculo. Eso sí, la trascendencia del botín en juego añadirá al magnífico ambiente que se espera en el estadio deportivista un puñado de emoción que, conforme pasarán los minutos, crecerá y crecerá.

Así, el duelo poco tendrá que ver con el de la primera vuelta, cuando el Eibar se revelaba como un meritorio recién ascendido que soñaba con sostenerse en los puestos altos de la clasificación y que avisó de sus intenciones con un cómodo triunfo sobre el líder, capaz tan solo de maquillar el resultado en el último suspiro con aquel gol de Luis Fernández cuya trascendencia aún está por reivindicar. Ya entonces presumió de una defensa solvente, coronada por Xabi Irureta, el portero menos goleado de la categoría, un centro del campo en el que el joven Dani García, cedido por la Real Sociedad, lleva la manija con destreza y un ataque sin arrugas, pues Arruabarrena marcó los dos tantos de Ipurúa.

Llega la hora de la verdad, el momento de sentenciar una Liga que para el Dépor ya no se puede escapar.