«El vestuario era un volcán»

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Fran, Mauro, Molina, Víctor, Andrade, Melo y el doctor Cobián recuerdan lo vivido en la caseta del Deportivo durante el descanso del partido contra el Milán del 7 de abril del 2004

04 abr 2014 . Actualizado a las 18:19 h.

Son las nueve menos diez de la noche. El árbitro pita el final de la primera parte y como si del pistoletazo de salida de una carrera de cien metros se tratara, los jugadores del Deportivo salen disparados hacia el vestuario. Los 45 minutos que se habían pasado corriendo no parecen hacer mella en sus piernas. Van ganando 3-0 al Milan, tienen la eliminatoria encarrilada y no desean perder el ritmo.

Con esa sobreexcitación todos los blanquiazules, incluido el cuerpo técnico, se meten en la caseta. Los gritos se suceden. Todos quieren aportar su grano de arena. Irureta quiere dar instrucciones pero no se le escucha.

-Hay que marcar otro gol.

-No podemos confiarnos. No olvidemos que son el Milan.

-Vamos a por ellos.

-Ahora no podemos fallar.

«El vestuario era un volcán», coinciden en reconocer varios de los protagonistas de aquella mágica noche que recuerdan, diez años después, lo vivido en la que fue una jornada histórica.

«Aquello era de locos. Todos de pie, todos interrumpiéndose. Irureta quería hablar y no le dejaban», sentencia el doctor Cobián

Previa

«A ellos se les notaba que estaban muy tranquilos. Se veían en semifinales»

Desde que acabó el partido de Milán, con triunfo local por 4-1 hasta el mismo pitido inicial de Riazor, varios jugadores blanquiazules tuvieron oportunidad de intercambiar impresiones con sus rivales. Y todos observaron el grado de confianza que desprendían los italianos.

El primero que lo comprobó fue Fran. «Al acabar el partido estuve hablando un rato con Leonardo [tras haberse retirado al finalizar la temporada anterior, permaneció vinculado al Milan] y me estaba comentando que tenían que ir a Oporto y eso». Jorge Andrade también vivió una experiencia parecida: «Yo era compañero de Rui Costa en la selección y hablé con él durante la semana. Ya me insistía en volver a quedar campeones. No se le pasaba por la cabeza que fuéramos a superarlos».

Víctor Sánchez del Amo, por su parte, que la tarde del día anterior al partido compartió unos minutos con su amigo Seedorf en el hotel de concentración del Milan, tiene la misma sensación: «Estuve un rato con él porque todavía no conocía a mi hijo Dani. Y tras hablar de nuestras cosas, los vi tan tranquilos, que sin pensarlo dos veces le dije: ?Tened cuidado mañana. No os relajéis mucho, que os lo vamos a poner muy difícil?. Al acabar me lo recordó».

El partido

«Hicimos una salida enorme, muy concentrados y al marcar fue como si termináramos de convencernos»

Los protagonistas coinciden en que una de las claves del duelo estuvo en la «concentración y seriedad» con la que saltaron al campo. Para Jorge Andrade también resultó determinante la manera en la que el equipo afrontó la segunda parte: «Nos cerramos muy bien y evitamos que tuvieran oportunidades».

«Bien cerraditos atrás, que no encerrados, y aprovechando las contras, porque teníamos gente de enorme velocidad y calidad arriba», explica Paco Melo, entonces segundo de Irureta.

La jugada clave

«Con el 1-0, nos pillaron a la contra, Kaká se presentó solo ante mí y tuvimos la suerte de que no la metió»

Para José Francisco Molina, las claves del partido «van desde el minuto 1 al 90, todas las acciones son decisivas», pero él admite que hubo dos momentos importantes para él. «Con el 1-0, nos pillaron a la contra, Kaká se presentó solo ante mi y tuvimos la suerte de que no la metió. Pronto marcamos el segundo». El otro gran instante fue «cuando marchamos al vestuario. Miré para atrás y vi que todos corrían hacia el túnel. Pensé que si ese equipo aún tenía fuerzas para eso, en la segunda parte no bajaría».

Para Mauro Silva, el momento en el que vio clara la victoria fue cuando Fran marcó el cuarto: «Nos daba enorme tranquilidad. Pensé que aunque nos metieran uno y fuéramos a la prórroga aquello ya no se nos escapaba», explica el brasileño que sitúa aquel partido como «el que guardo mejor recuerdo de mi etapa profesional junto con la final del Mundial de Estados Unidos».

El final

«Tranquilo Kaká, tú eres joven y ganarás otra Champions»

El encuentro finalizó y la fiesta de Riazor se mezcló con los llantos milanistas. Los campeones de Europa no se creían lo que había sucedido. Hubo llantos. Djalma se dirigió a Kaká para consolarlo. Lo recuerda Andrade: «Se le acercó y le dijo: "Tranquilo, tú eres joven y ganarás otra Champions. Seguro"».

La anécdota pospartido

«Un coche estaba esperando a los directivos del Milan para desplazarse a Oporto»

La anécdota de la noche la protagonizó el encargado de entregar un vehículo de alquiler al Milan. Lo recuerda Luis, miembro de seguridad privada que estaba en la puerta de autoridades: «Nos explicó que el director general del club italiano había alquilado el vehículo para desplazarse varios directivos a Oporto. Quería saber si seguían queriendo ir», recuerda. Los italianos habían quedado con los portugueses para negociar el reparto de entradas. No hubo viaje a Portugal. Los derrotados regresaron a Milán sin entradas y con 4 goles.