Cuando nos despertamos, Hacienda todavía estaba ahí

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

TORRE DE MARATHÓN

21 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hoy se cumple un mes de la junta de accionistas del Deportivo en la que se produjo la marcha de Lendoiro. Su salida fue un bálsamo para la situación caótica y crítica de la entidad, pero la realidad es que el panorama, aunque ya no es caótico, sigue siendo crítico. Porque si bien es cierto que Lendoiro ha sido el gran problema del Deportivo, su marcha no hace desaparecer por arte de magia la enorme deuda que ha dejado en herencia.

Lendoiro, con variados cómplices, sacó adelante el convenio de acreedores que le convenía y decidió desafiar a Hacienda, a pesar de que ello pudiera suponer la muerte del Deportivo. Y aunque la llegada de Tino Fernández ha sido un revulsivo y un rayo de esperanza, lo cierto es que cuando nos despertamos, la deuda y Hacienda todavía estaban ahí. Tino Fernández ha transmitido un mensaje de optimismo y ha reiterado que se iba a alcanzar un acuerdo. Lo asegura en público y en privado, pero hasta la fecha no ha trascendido nada tangible sobre esta cuestión. El nuevo presidente nos cuenta que Hacienda cree en él, pero la Agencia Tributaria tiene mucha más fe en los números que en las personas; en los hechos que en las palabras; y, por supuesto, en sus propios planteamientos antes que en los de los demás. Por ello, aunque en el fisco se ha aplaudido la marcha de Lendoiro porque significaba la salida del rey de los incumplidores, no se van a someter a un acuerdo que priorice cualquier otra cuestión que no sea pagarles lo que se les debe en el menor tiempo posible. Pensar que Hacienda tiene la obligación de priorizar el futuro del Dépor es desenfocar el asunto.

¿Habrá finalmente acuerdo? Es probable porque de no haberlo sería el fin. ¿Será un buen acuerdo? O Tino Fernández es un mago o va a saber de verdad cuál es el legado que le ha dejado aquel a quien se quiere poner en el cuadro de honor del club.