Diego Costa y un señor de Murcia

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Toché relanzó su carrera en Albacete junto al brasileño, a las órdenes de JIM

19 ene 2014 . Actualizado a las 12:42 h.

Juan Ignacio Martínez ya tenía delantero de garantías. Un tal Diego Costa, brasileño cedido por el Atlético que acabaría firmando nueve goles en aquella campaña 2008-2009. Pero concluida la primera vuelta, el Albacete no acababa de arrancar y el míster decidió enviar a Soria a un hombre de confianza. El objetivo: convencer a Toché.

El ariete murciano (Santomera, 1983) había ayudado a ascender al Numancia, pero en Primera apenas contaba, lastrado por las recurrentes lesiones. Las que antes sabotearon su despegue en la ribera del Manzanares, donde se crio deportivamente. De aquel pasado colchonero, cuando debutó frente al Dépor a las órdenes de Goyo Manzano, apenas quedaba rastro tras el paso por el Hércules y el Valladolid. El caso es que el chico se resistía a volver a Segunda y tras el fracaso de su emisario, JIM decidió tomar las riendas del negocio. Una cena entre técnico y jugador deparó la mudanza de José Verdú a La Mancha y el inicio de una larga amistad.

«Un hombre de Juan Ignacio»

«Soy un hombre de Juan Ignacio», declararía meses después Toché como explicación a su decisión de abandonar el Albacete y seguir al entrenador a su nuevo destino en el Cartagena. Atrás quedaban seis meses con Diego Costa completando una apañada doble punta que ayudó al Queso Mecánico a evitar el descenso.

Comenzaban dos temporadas gloriosas. De 18 y 16 goles, respectivamente, en la categoría de plata. En Cartagonova, el delantero volvió a rozar un ascenso que ya había saboreado en Zorrilla y en Los Pajaritos. No hubo suerte en la promoción, pero el futbolista y su técnico fetiche elevaron su caché antes de separarse. El ariete acabó en Grecia, con la promesa de un contrato de millón y medio de euros para tres campañas y el entrenador inició un periplo de bastante éxito que ha hecho un alto en Pucela, desde donde ayer habló por teléfono con La Voz.

Contó lo mismo que dijo cuando le llamaron del Deportivo para completar informes previos al fichaje: «Es un chaval que maneja los interiores de una forma sensacional. Tiene una definición buenísima y va bien de cabeza. No es rápido, pero sí potente y resuelve bien delante del portero». A las virtudes de su protegido, añadió las propias del vestuario: «Es muy buena gente. Muy de sumar». Ni siquiera ve un riesgo Juan Ignacio en el tiempo que el futbolista ha pasado sin equipo. «Va a llegar con hambre. Jodido por no haber podido jugar todo este tiempo», afirma.

Pila de elogios repetidos después por Fabri, que coincidió con José Verdú Nicolás durante la breve aventura del técnico gallego en Grecia: «Es un 9 puro, con mucho gol. Maneja las dos piernas y no se defiende mal tampoco de espaldas a portería. Además tiene una constitución que le hará ponerse pronto en forma aunque haya estado un tiempo parado».

«De Toché espero goles»

Esa inactividad constituye el gran temor de Fernando Vázquez. «Lleva desvinculado tres meses (del Panathinaikos), estaba entrenando en Barcelona y a ver cómo está», manifestó ayer el míster en la sala de prensa de Abegondo. Allí mismo explicó que de Toché espera «goles. Para eso le fichamos».

Poco antes de que el entrenador blanquiazul aclarase sus expectativas, el futbolista había pasado la primera parte de su reconocimiento médico. «Estoy muy ilusionado. Esperemos que todo salga bien y a intentar sumar y apoyar para lograr el ascenso», declaró ante los medios que acudieron a la cita.

Allí afirmó estar «con muchas ganas» de jugar con el Deportivo. «Vengo a un buen sitio y espero responder», proclamó el murciano que acompañó a un bisoño Diego Costa en la punta de aquel Queso Mecánico.

josé verdú nicolás, toché nuevo delantero del dépor