El Dépor se obliga a cerrar su mala racha ante un Castilla que no ha puntuado a domicilio
03 nov 2013 . Actualizado a las 18:13 h.Riazor se prepara para sacar al Dépor del laberinto. Un punto en dos jornadas y, sobre todo, un paupérrimo bagaje en ataque lo mantienen anclado a dudas que amenazan con transformarse en crisis, si esta tarde no se alza con la victoria. La misión no parece imposible, pues se enfrenta al Castilla, filial del Madrid (dato que siempre añade picante al choque), que marcha colista y ha perdido sus cinco partidos a domicilio.
Sin embargo, la presión se ha revelado como nefasta aliada de los coruñeses. Fernando Vázquez ya había hablado de la alta exigencia que sufrían sus futbolistas por jugar ante un público al que debían tanto para explicar la mala racha de resultados en casa, donde el equipo coruñés apenas ha sumado una victoria. Luego llegó la realidad, es decir, la falta de ideas en ataque y los problemas para generar ocasiones.
Esta vez puede suceder algo parecido con la sucesión de goles de estrategia encajados, pues el entrenador se refirió a que se trata de un problema de mentalización, no de entrenamiento, subrayó, y, añadió, «es imposible trasladar a fuera de la competición las sensaciones y la tensión» de los noventa minutos. Por este motivo, volvió a llamar a sus futbolistas a concentrarse en el juego. «Todo lo que sea pensar fuera del partido no ayuda a rendir. Aquellos equipos que tienen un objetivo como el nuestro echamos cuentas y llega el minuto 60 y comienzas a pensar en las consecuencias del resultado. Y esto nos impide estar realmente en la acción», se quejó.
En busca de soluciones, Vázquez, quien cumplirá su segundo partido de sanción tras ser expulsado contra el Zaragoza y dejará el mando a pie de campo a su ayudante Manuel Pombo, ultima cambios. No podrá contar con Wilk y Arizmendi, lesionados, y descartó a Juan Carlos por decisión técnica.
Marchena, titular
El preparador volverá a cambiar el dibujo táctico de su equipo. Anunció que atacará al Castilla con dos puntas, por lo que el esquema se parecerá más al 4-4-2 que al 4-1-4-1 de las últimas jornadas. Borja y Rudy jugarán más avanzados, aunque este podría alternarse con Culio, volcado de inicio a la izquierda.
Además, la referida baja de Wilk devolverá a Álex Bergantiños al mediocentro junto a Juan Domínguez, con el que protagonizó el ascenso de hace dos temporadas. La principal novedad de la alineación radicará en el estreno como titular en Liga de Marchena y la entrada de Teles en el centro del campo por la derecha, aunque la posición natural del fabrilista es el mediocentro.
En el Castilla, que ha sumado sus cuatro puntos en las cuatro últimas jornadas, jugará el coruñés Lucas Vázquez, un puñal por la banda. El filial del Madrid no visita Riazor desde hace 24 años, cuando Del Bosque era el entrenador y Cañizares, el portero.