La dolencia que Marchena padece ahora, aunque leve, se reproduce en el punto más débil de su musculatura
27 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Las dos pretemporadas que el cuerpo técnico del Dépor se vio obligado a diseñar para preparar a la plantilla de cara al arranque liguero están pasando factura. Así, entre los deportivistas también hay dos grupos: el compuesto fundamentalmente por canteranos, que se prepararon sin prisa, y otro que integran los refuerzos y fichajes, quienes se bajaron del avión para saltar al campo. Así, tras la sexta jornada, al precario momento de forma de un buen puñado de futbolistas, que se reconocieron muy fatigados el pasado domingo, se unen ahora los lesionados. Es seguro que para el duelo de pasado mañana (12.00 horas, Canal+ 1) contra el Hércules serán baja Antonio Núñez y Uxío, quienes siguen recuperándose. La única buena noticia llegó de Arizmendi, que ayer se sumó a los entrenamientos tras dos sesiones aparte. En cambio, Luisinho continúa al margen del grupo, mientras Marchena parece casi descartado por una sobrecarga en la pierna derecha y Culio concluyó la sesión con problemas musculares. Los tres se podrían perder el choque.
Llama la atención que todos ellos, salvo Uxío, víctima de un golpe en el partido de Copa, pertenecen al segundo de los grupos citados, el de los que llegaron a última hora y casi sin entrenamientos se vistieron la blanquiazul. Así, Núñez, Arizmendi, Luisinho, Marchena y Culio sufren en carne propia la singular política deportiva del club, que no reforzó la plantilla hasta última hora, pero sí exige resultados desde la primera jornada.
El punto más débil
El central, de 34 años, debutó el pasado domingo contra el Alcorcón, cuando disputó los ocho últimos minutos de partido. Puso fin entonces a tres semanas de pretemporada, que se unieron a la preparación que el jugador había desarrollado por su cuenta durante el verano. El problema que Marchena padece ahora, aunque leve, se reproduce en el punto más débil de su musculatura, el mismo que lo había mantenido de baja repetidamente la pasada temporada.
El caso de Culio sigue el mismo guion que su compañero. Llegó a A Coruña sin apenas tiempo para preparar el campeonato y se destacó como uno de los futbolistas más fatigados tras el partido del pasado domingo. Al término del entrenamiento de ayer fue atendido sobre el césped y se retiró a los vestuarios cojeando de la pierna derecha, aunque los técnicos confían en que la suave tarea de recuperación física prevista para hoy le permita retomar las buenas sensaciones.