La negativa de Lendoiro a firmar la propuesta de convenio provocó una segunda jornada de reuniones interminables hasta el momento crítico
01 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un maratón con demasiadas incógnitas. La negativa de Lendoiro a firmar la propuesta de convenio que los grandes acreedores del Deportivo le ofrecieron el día antes provocó una segunda jornada de reuniones interminables. Hasta el momento crítico: las 12 de la noche, hora fijada para que la plantilla mantuviera o retirara las reclamaciones.
Las reuniones comenzaron por la mañana, con el encuentro entre los acreedores y los administradores concursales. Antes del mediodía, Lendoiro mantuvo un se encuentro con los miembros del consejo de administración -su cuñado Felipe Marcos, Pachi Dopico y Suso Rebollo-, una reunión que parecía encaminado a formalizar la renuncia de todos ellos por la tarde. Administración Concursal y AFE compartían mesa en un céntrico restaurante de la ciudad. Antes, Luis Rubiales, presidente de la AFE, visitaba a la plantilla en Abegondo en compañía de Santiago Nebot, responsable jurídico, y de Queco Piña, representante en Galicia.
El despacho que la firma Garrigues, asesor jurídico de Novagalicia, tiene en el Cantón Grande acogió el decisivo encuentro, que comenzó a las cuatro de la tarde y se extendió hasta prácticamente la medianoche y en el que, al parecer, no participó ningún representante de la Agencia Tributaria, el principal acreedor del Deportivo.
Con los medios apostados ante la puerta del despacho, solo uno de los administradores concursales, acompañado por un abogado, abandonó el edificio por una puerta trasera, antes de que se cerrará la principal debido a la afluencia de un grupo de aficionados.
Poco después de las diez y media de la noche, se anunció el acuerdo entre la Liga, la AFE y el Deportivo por la deuda concursal de las temporadas 2011-12 y 2012-13 y la esperanza de que antes de las 12 se formalizaría el abono de la deuda contra la masa, es decir la generada después de la entrada del Deportivo en concurso. Faltaban 20 minutos para la medianoche cuando las partes dieron el visto bueno.