La afición del Dépor, la única que no tiene culpa de nada

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

La afición del Dépor es la gran víctima de los errores de Lendoiro, entrenadores y jugadores

05 feb 2013 . Actualizado a las 12:30 h.

Cuando en 1992 el Deportivo precisaba 2 millones de euros para convertirse en sociedad anónima deportiva, la hinchada blanquiazul se gastó su dinero para que el club no perdiera su identidad.

El día en que Miroslav Djukic falló aquel decisivo penalti contra el Valencia, la hinchada, lejos de darle la espalda, arropó al serbio y a todos sus compañeros en un llanto colectivo.

Un año después, en el momento en el que una tromba de agua y granizo sin precedentes obligó a suspender la final de la Copa del Rey de 1995 y reanudar el partido tres días después, quince mil coruñeses volvieron a subirse a los autobuses y trenes para arropar a su equipo a costa de horas de sueño y jornadas de trabajo.

Cuando Lendoiro inició una cruzada suicida contra la FIFA y necesitó posteriormente el respaldo de la afición para que el club no se viera excesivamente perjudicado, ahí estuvo la masa social para sacarlo del lío.

El 19 de mayo del 2000 que Donato cabeceó aquel córner que valía una Liga, esa afición dio una lección de saber estar y comportarse. Y volvió a demostrarlo hace dos temporadas llenando cada semana Riazor con el equipo flirteando con el descenso. Pero incluso después de que Riki fallara todo y más y el Valencia selló el billete de descenso, la premiada el año pasado como mejor afición de España hizo de tripas corazón y demostró a todo el país cómo 25.000 abonados pueden hacer regresar a un equipo a Primera.

Son esos miles de deportivistas anónimos los que cada semana, tanto en Riazor como lejos de A Coruña, nunca fallan. Arropan al equipo, sufren, se gastan su dinero... Es la afición, la gran damnificada de una crisis institucional que ahora se ha apoderado de la parcela deportiva. La injustamente perjudicada porque, si alguien ha dado siempre la cara y ha estado ahí, ha sido la afición. Presidente, consejo de administración, entrenadores, futbolistas, agente de cabecera... Estos sí son, en mayor o menor medida, los responsables de la situación.

Lendoiro

Tiene al club hundido económica y deportivamente

Si hay un responsable máximo de la angustiosa situación que atraviesa el club, tanto deportiva como institucional, ese es Lendoiro. Con el Deportivo en concurso, reconociendo una deuda de 93 millones de euros (diversas fuentes aseguran que es mayor) sus actuaciones evidencian que está más preocupado por salvar su situación personal que la del club.

Tanto en el aspecto jurídico-económico como en el deportivo trata de verse salpicado lo menos posible lo que acaba desembocando en una dejadez de funciones. Con anterioridad, sus actuaciones llevaron al club a la situación más delicada de su historia con el embargo de Hacienda.

Directiva

Figurantes y cómplices del presidente blanquiazul

Mientras Lendoiro ha hecho y deshecho en el club, alrededor ha tenido unos consejeros a los que más allá de percibir 300 euros semanales (algo más de quince mil euros anuales) pocas más responsabilidades se les conocen. Son figurantes, cómplices y corresponsables en una gestión, la de Lendoiro, que ha conducido al club la ruina.

Jorge Mendes

Los jugadores del «afilhado» apenas están aportando nada

El pasado verano, Lendoiro anunció que el número 1 de los agentes, Jorge Mendes, iba a hacer una apuesta por el Dépor para confeccionar una plantilla que el propio presidente dijo que «iba a encandilar». Después de 22 jornadas se está viendo que no era así. Roderick y Tiago Pinto hicieron las maletas en el mercado invernal con más pena que gloria. Nelson Oliveira es capaz de lo mejor y de desaparecer; Salomão es la eterna esperanza, pero no llega a cuajar; Bruno Gama está a un nivel muy inferior al del año pasado; André Santos ni está ni se le espera; las tres incorporaciones invernales aún tienen que demostrar algo; y el único que se salva del suspenso es Pizzi.

Los entrenadores

Oltra cayó fiel a sus principios y Paciencia no encuentra la tecla que buscaba su antecesor

Oltra inició su andadura en la entidad blanquiazul defendiendo un estilo y murió de la misma manera. Muchas veces se obcecó en imponer su idea por encima de las necesidades del equipo. El Dépor era una coladera en defensa y no supo cortar esa hemorragia. Llegó Paciencia y con él, el trabajo de la zaga. Hizo desde el primer día especial hincapié en esta faceta. Tanto sus alineaciones como sus cambios tienen connotaciones defensivas. Sin embargo, el equipo ha perdido cierta fluidez en ataque y no ha mejorado lo suficiente en la retaguardia. Los cambios que realiza no ayudan a mantener la confianza en él.

Los jugadores

La mayoría acaba contrato el 30 de junio y llevan meses sin cobrar

Para determinar el grado de responsabilidad de la plantilla en el hundimiento del equipo en la tabla, habría que analizar si realmente hay calidad suficiente para estar mucho más arriba o el grupo es excesivamente limitado. Más allá de la duda sobre si algunos merecen estar en Primera está el hecho de que no cobran y la mayoría acaban contrato el 30 de junio. Falta implicación y algunos de los que parecen tenerla (Manuel Pablo y Valerón) evidencian el paso de los años y cada vez les cuesta más. Así, Aranzubía, Bergantiños y Riki se convierten en la gran esperanza de salvación.