Un entrenador sin miedo

Pedro José Barreiros Pereira
P. Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Técnicos y excompañeros definen a Paciência como un líder de grupos

03 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A Domingos Paciência no le tiembla el pulso cuando la clasificación se pone cuesta arriba. Así lo definen los entrenadores que se han cruzado en su incipiente carrera, quienes destacan que le gustan los retos, como aquel que asumió en un Braga al que condujo hasta la final de la Liga Europa, y ofrece siempre equipos competitivos y bien trabajados defensivamente. El Dépor se convierte en su último desafío.

Alberto Argibay

«Se formó en la cultura del Oporto y es un profesional supercompetitivo»

El gallego Alberto Argibay, quien preparó al Ourense y al Pontevedra, así como a los portugueses Marítimo de Funchal o Farense, y que hace dos veranos invitó al entrenador deportivista al Congreso Internacional de Fútbol Ciudad de Pontevedra, destacó el crecimiento experimentado por los equipos que Paciência dirige. «Me quedaría con su mentalidad competitiva. Lleva el sello de todos los jugadores o entrenadores formados en la cultura del Oporto y es un profesional supercompetitivo. Ahí están los casos de Mourinho o Vilas Boas, con una mentalidad supercompetitiva y muy profesional», subraya.

Respecto al sello que el luso imprime a sus plantillas, Argibay se refirió a equipos «en el plano táctico muy equilibrados, muy compensados en el aspecto ofensivo y defensivo». Así, recuerda que en el Braga aplicaba habitualmente un 4-3-3, pero, matiza, «no al estilo del Barça, sino que jugaban más en la transición que en la posesión, es decir muy agresivo en la recuperación, difíciles de batir y con atacantes muy rápidos».

Felipe Miñambres

«Era un jugador abierto y entrañable, que se hacía querer por el grupo»

De excompañero a rival, el leonés Felipe Miñambres, secretario técnico del Rayo Vallecano, compartió vestuario con Domingos Paciência durante las dos temporadas que este, quien jugaba como delantero, militó en el Tenerife entre 1997 y 1999. «Como compañero era un chico muy majo, un buen compañero, ídolo en el Oporto, pero que en Tenerife no tuvo suerte. Era un jugador abierto y entrañable, que se hacía querer por el grupo», recuerda antes de continuar: «Era un hombre muy familiar y teníamos muy buena relación y últimamente, desde que ha vuelto a entrenar al Braga o el Sporting de Portugal hemos retomado el contacto».

En los banquillos describe a un técnico «de éxito y muy conocido en el fútbol portugués», que diseña equipos «ordenados, con un buen trabajo defensivo, donde el talento se pone al servicio del equipo». «Lo que me fastidia -añade Felipe Miñambres entre risas- es que de amigo pasa a adversario para lograr la permanencia, que es lo que buscamos todos».

Fernando Castro Santos

«En el Braga dio la vuelta a la presión y hasta llegó a la final de la Liga Europa»

A Castro Santos, el exentrenador del Compostela y del Celta, entre otros, le tocó verse las caras con el Braga de Paciência en las filas del Leixoes, «y si no me falla la memoria -dice-, allí perdimos por 3-1». «Era un equipo que sorprendió a todos, porque nadie contaba con que se abriese un hueco entre los grandes de Portugal. Cuando llegó al Braga tenía el hándicap de que [el actual entrenador del Benfica] Jorge Jesús había hecho una temporada muy buena y cuando se marchó dejó el recado de que en la historia del club nadie lo iba a hacer mejor, pero Domingos dio la vuelta a esa presión y hasta mejoró lo que había hecho el Braga con la final de la Liga Europa», apunta. Y añade: «Es un entrenador al que no le asustan los retos. Ojalá que le vaya muy bien».