Los 30 o 40 goles de Manucho

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Una mala traducción marca la carrera del delantero, actual héroe del Valladolid

14 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Hasta que el pasado sábado Manucho batió por dos veces a Casillas, el delantero del Valladolid, próximo rival del Dépor, era más conocido por su vida desordenada y sus salidas de tono que por su irregular despliegue en los terrenos de juego. Todo comenzó a su llegada en el verano del 2009, cuando el equipo pucelano, en época de vacas gordas, pagó 2,7 millones de euros al Manchester United y un sueldo anual de 600.000 euros al jugador por su fichaje. En su presentación, cuando se le preguntó por si se marcaba una cifra de goles como objetivo, Manucho respondió con una bravuconada: «Treinta o cuarenta». Y, aunque días después el club aclaró que todo se trataba de un error del traductor, ya se había montado el belén.

La eclosión de Manucho (Luanda, Angola, 1983) llegó en su cuarta temporada en Valladolid, la penúltima de su contrato, después de dos plenas de altibajos y otra cedido en el fútbol turco. Tras colaborar con el ascenso a Primera División con cuatro goles (incluido el del empate in extremis en Riazor), Djukic, como había sucedido hace dos veranos, le abrió la puerta de salida y hasta llegó a apartarle de los entrenamientos, pero el jugador, que destaca por su potencia física y su envergadura (mide 1,88 metros), no encontró salida. Ahora, tras once partidos, seis goles en su cuenta (los mismos que Riki) y tres asistencias (una menos que Valerón) ha acabado por desterrar al banquillo al titular Javi Guerra.

Copa de África

Manucho muestra ahora el carácter competitivo o, como dice él, «la sangre de león» que parecía faltarle. Hijo de un histórico jugador angoleño llamado Gonçalves Alberto, despuntó en su país antes de que Jorge Mendes (¿quién si no?) lo pescase en la Copa de África del 2008 para el Manchester United, que primero lo cedió al Panathinaikos griego (4 goles en 9 partidos) y luego al Hull City (2 goles en 13 jornadas). En Old Trafford compartió vestuario con Cristiano Ronaldo y, según aseguró el propio delantero del Valladolid en una entrevista reciente, ambos cantaban juntos música de su país.

El caso es que llegó a Pucela con unos aires más cercanos a la estrella mediática que a un futbolista aún por explotar. Si entonces acostumbraba a retrasar sin permiso su vuelta de las vacaciones navideñas y de los partidos con su selección, ahora es el propio Manucho el que se encarga de adelantar el itinerario detallado de sus desplazamientos, para que el Valladolid sepa en todo momento dónde se encuentra.

Solo ahora reconocen desde el club que por fin parece «un profesional». A la metamorfosis experimentada en su rendimiento en la Liga española se une el recién asumido rol de héroe nacional en Angola, merced a los dos goles que marcó a Zimbabue y que clasificaron a su selección para la próxima Copa de África. Así, Manucho se perderá el mes de enero con su club, pero, a cambio, podría encontrar una salida a su costosísimo contrato para las arcas del club del José Zorrilla. Mientras tanto, no para de sumar puntos. El lunes (20.00 horas, C+ L y GolT) en Riazor el delantero amenaza con sostener su racha y abrir la caja de los truenos del Deportivo.