El derbi regresa a la normalidad

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El deportivista Pablo Álvarez y el céltico Placente, en un lance del último derbi en Primera, el 15 de abril del 2007.
El deportivista Pablo Álvarez y el céltico Placente, en un lance del último derbi en Primera, el 15 de abril del 2007. óscar vázquez< / span>

Balaídos revive un partido que ya se disfrutó la pasada temporada como si fuera de Primera

23 oct 2012 . Actualizado a las 18:11 h.

El Celta y el Dépor vuelven a enfrentarse en Primera División con seis meses de retraso. La pasada temporada, en abril, las aficiones ya disfrutaron a lo grande de un partido capaz de demostrar que nunca bajará de categoría. Ahora, en la novena jornada y con muchos puntos en disputa aún por delante, el partido de máxima rivalidad gallega regresa a la normalidad, a aquello que nunca debió dejar de ser: un derbi de Primera.

Balaídos gozará de un partido a la carrera. Con el ansia por sellar cuanto antes la permanencia como hilo conductor, los contendientes se enfrentan con el mismo objetivo: alcanzar cuanto antes el horizonte salvador de los 44 puntos. Todo un desafío por el que pugnarán acercarse el sábado (20.00 horas, televisado por Marca TV), al tiempo que asestan un golpe en la confianza de su máximo rival. Buscarán conquistar la victoria más dulce de la temporada, al tiempo que evitan la derrota que más daño puede provocar.

Los célticos ya han sumado nueve puntos, fruto de una trayectoria en casa con el único borrón de la jornada inaugural, cuando tropezaron con el Málaga. Los otros tres partidos al abrigo de su afición se convirtieron en sendas victorias. A domicilio, eso sí, no han sumado un solo punto y saltarán al césped después de caer en el Bernabéu frente a un Madrid desnudo en los laterales. Los despistes defensivos y la falta de puntería de sus atacantes contrastan con la calidad que acumula en las bandas (sobre todo el danés Krohn-Dehli) o el potencial por desarrollar de Iago Aspas. Su única ausencia segura para el choque es Natxo Insa.

El Dépor parece repetir los pasos de la temporada pasada, cuando comenzó dubitativo y se plantó en el derbi (aquel, en Segunda, era en Riazor) sin términos medios, entre la euforia y el pesimismo. Si se ve la botella medio llena, se habla de que marcó tantos goles, 13, como el tercer clasificado, de su partido de otra época contra el Barça y del talento de Pizzi y Nelson Oliveira. Pero también tiene la botella medio vacía, pues marcha antepenúltimo con seis puntos (tres menos que su eterno rival), fruto de lagunas defensivas y de los 19 tantos (más de dos por partido) que ha encajado, la mayor cifra de Primera y más que la mayoría de los equipos de Segunda y Segunda B, donde disputaron dos o tres jornadas más. Manuel Pablo, Saúl y Salomão están lesionados.

O noso derbi regresa y la Liga disfruta. Galicia vuelve a jugar en Primera.