Las estelas de los barcos y el clima

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

TIEMPO

A medida que los buques atraviesan el océano, emiten una gran cantidad de huellas en la atmósfera inferior

19 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunidad científica tardó lo suyo para comprobar que las estelas de los aviones influyen en el clima. El 11 de septiembre del 2001, después de los atentados de las torres gemelas, estuvo suspendida la navegación aérea en Estados Unidos. La ausencia de estelas coincidió con una situación anticiclónica, de cielo despejado. Los científicos pudieron medir el rango diario de temperatura y descubrieron que era un fenómeno que sí tenía influencia. Esos días se registraron valores térmicos algo más elevados.

Ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Washington ha descubierto que las estelas que generan los barcos también tienen su huella en la temperatura. A medida que los buques atraviesan el océano, emiten una gran cantidad de huellas en la atmósfera inferior. En determinados condiciones, las partículas generan patrones de nubes largas y delgadas que los científicos llaman denominadas «shiptracks o pistas de navegación».

Ahora, por primera vez, los investigadores han medido exactamente cómo las emisiones de los barcos afectan a las nubes a escala regional. «Si miras una imagen satelital de un área de envío de alto tráfico, cuando las condiciones meteorológicas son favorables, se pueden ver claramente líneas brillantes de nubes a lo largo de donde viajan esos barcos y emiten aerosoles», dijo Michael Diamond, investigador principal. «Las huellas de los barcos son un excelente ejemplo de cómo pequeñas partículas de contaminación en la atmósfera pueden influir en las propiedades de las nubes. Sin embargo, las huellas de los barcos claramente visibles son solo la punta del iceberg, por lo que nuestro estudio analizó cómo podría afectar a las propiedades de las nubes en promedio durante un largo período de tiempo».

Los aerosoles que emiten los barcos crean semillas en la atmósfera en las que el vapor de agua puede engancharse y condensarse. Las gotas hacen que las nubes sean más brillantes para que reflejen más luz solar, lo que crea un efecto de enfriamiento local en la superficie del planeta. Ese cambio es pequeño a escala regional, pero podría ser suficiente para afectar a las temperaturas globales si el mismo fenómeno ocurre en todo el mundo.