Una gallega que ya triunfa en Singapur

Patricia Iglesias

TENDENCIAS

La diseñadora Vanessa Datorre representará a España en el certamen Heering Accessorize 2009 que se fallará en la isla asiática.

28 may 2009 . Actualizado a las 20:06 h.

Más de 150 participantes de todo el mundo se inspiraron en seis vestidos de alta costura creados por el diseñador Lars Wallin y en seis cócteles elaborados con Heering por el mixologist Richard Broni, en las categorías clásico, vintage, romántico, exótico, dramático y rock n? roll. La web www.heering.com recogió todos los diseños y combinados.

Se trataba de seleccionar a los 15 diseñadores y 15 cocktailman que representarán a sus respectivos 15 países en el certamen Heering Accessorize 2009. En España ese reconocimiento recayó en la diseñadora gallega Vanessa Datorre quien, junto al barman Simone Guido, viajará el próximo 4 de junio al hotel Raffles de Singapur, donde se darán cita los creadores seleccionados por los 15 países para optar a esta primera edición de un concurso que reunirá a especialistas de todo el mundo.

Heering otorgará al diseñador ganador la oportunidad de realizar una minicolección de vestidos para desfilar en la Copenhagen Fashion Week del 2010. El concurso está patrocinado, entre otras firmas, por Singapore Airlines y Elle Singapore; y se ha sabido que los hermanos Ronsone formarán parte del jurado.

En España, un jurado compuesto por Javier de las Muelas y Antonio Miró seleccionó el vestido de cóctel de la joven gallega. «En este concurso tenías que inspirarte en seis tipos diferentes de cócteles: clásico, vintage, rock n? roll, romántico, dramático o tropical, y yo escogí el dramático porque sabía que con él podía reflejar a la perfección lo que es un cóctel, partiendo de los ingredientes de los que está compuesto y de la forma de la copal», comenta Vanessa. El vestido está lleno de cortes sin sentido, apliques, roturas desestructuradas, mezclas de color y tejidos. La parte delantera es totalmente diferente a la trasera, en formas, dibujos y colores. «Un ejemplo de la conexión es que de los hombros salen unas hombreras de las que caen flecos con bolitas de azabache negro que imitan a la pimienta negra que bordea la copa». Esto es lo que evoca el cóctel, la mezcla de ingredientes, sabores y sensaciones. Y así lo plasmó.

El vestido está pensado para un concurso de diseño o para una pasarela, no para vender ni usar para ningún evento, «a no ser que seas muy atrevida», cuenta la diseñadora. Está bordado a mano casi en su totalidad, con más de 60 apliques de lentejuelas diferentes y en multitud de colores, entre los que destacan el fucsia, el negro, el dorado o el plata. Es casi alta costura. Como tejidos utilizó, básicamente, paillettes, cuero, lamé y terciopelo.

Para viajar a Singapur ha tenido que realizar otras dos creaciones. El look 2 está compuesto por un top con capucha de lentejuelas y hombreras con flecos y una falda de terciopelo de cintura alta, de la que salen dos capas de tul bordado con plumas y lentejuelas y una cola. Para el vestido 3, de lamé de plata, ha escogido el escote palabra de honor drapeado en el pecho y en la cadera, de la que sale un lazo con flecos... Tres modelos de impacto, muy trabajados y con mucho gusto, que causarán sensación en Singapur.