Isabel Naveira y Lucía Regueiro: «Algo como esta precuela no se ha hecho antes en la ficción española»

Entre el ajetreo de la grabación y la promoción de los nuevos episodios de Serramoura, que llegan el próximo domingo a Televisión de Galicia, las actrices Lucía Regueiro e Isabel Naveira, las hermanas Neira del thriller más aclamado de Voz Audiovisual, reflexionan sobre la trayectoria de sus personajes.    

Pregunta. ¿Cómo viven los días previos al estreno de la nueva temporada de «Serramoura»?

Isabel Naveira. Tengo que reconocer que estoy muy emocionada porque hay muchos cambios, nuevos personajes, tramas muy interesantes. Empezamos con unos capítulos que a mí me tienen enamorada, porque los dos episodios de precuela los hicimos con mucho cariño y tengo muchas ganas de que los espectadores los vean.  

Lucía Regueiro. Creo que algo como esta precuela no se ha hecho antes en la ficción española. No se han hecho episodios especiales de precuela de una serie, de ver ese mundo antes del arranque de la serie en sí. Es un regalo para los espectadores.

P. La temporada empieza con una precuela, ¿qué es exactamente?

I. N. A nosotros también tuvieron que explicarnos qué es una precuela. Digamos que vamos a contar la historia previa antes del arranque que nosotros vimos de Serramoura.  

L. R. Son capítulos que grabamos este mismo verano, que nunca hemos visto y que cuentan cosas nuevas. La precuela arranca en el 2010, pero termina en el mismo momento en el que lo hizo la temporada anterior. Vamos a enlazar con la temporada nueva con un giro de guion que es espectacular. Para mí, es una de las temporadas más emocionantes en la historia de Serramoura.  

P. ¿Cómo conseguisteis rejuvenecer ocho años?

I. N. El mérito de todos los departamentos de la serie es enorme. Ahí están maquillaje, vestuario, peluquería y arte, que van a hacer que Serramoura, y que todos nosotros, tengamos ocho años menos. A unos les han cubierto la canas, a otros les han puesto flequillo, a otros les han puesto barba, y creo que el resultado va a sorprender.  

L. R. Fue muy divertido. En mi caso la transformación consistió en recuperar prendas de ropa de la primera temporada como las camisetas, que son las mismas que llevaba, y a mí eso me ayudo mucho a volver atrás. Y el mayor cambio fue el flequillo. El primer día que llegué a exteriores me sentía muy observada por mis compañeros (ríe).

P. ¿Cuál es la situación de la familia Neira en la precuela?

I. N. En la precuela, la familia Neira está en un momento muy malo. Moncho Neira está en un momento muy bajo de su enfermedad y, por este motivo, Marga y Raquel están enfrentadas. No se hablan, y es una relación que no existe.

L. R. Volver a ese punto de conflicto fue muy difícil, porque en la Serramoura actual Marga y Raquel tienen una relación muy cercana, muy de hermanas, pero fue divertido volver a ese momento de crisis familiar.  

P. ¿Cómo se construye esa relación entre hermanas que atraviesa momentos tan difíciles y tan bonitos?

I. N. Lucía, ¿cómo lo hemos hecho?

L. R. Hay algo que jugó a favor, que es la química entre actrices. Marga y Raquel han tenido momentos muy bonitos bien llevados desde guion porque tardaron su tiempo. Raquel y Marga no recuperan su relación de hermanas de un día para otro. Aprendieron a hablar otra vez, aprendieron a abrazarse, y construir eso a lo largo de 150 capítulos es un ejercicio actoral muy bonito.

P. ¿Qué supone ser la hermana de Marga? ¿Y de Raquel?

I. N. Raquel siempre tiene esa cosa de que Marga y su deber como guardia civil está por delante de cualquier otra cosa, y Raquel tiene que estar ahí para apoyarla.

L. R. Marga aprendió a que las cosas no son blancas o negras en relación con su sentido del deber. Hay situaciones en las que se ve envuelta Raquel, en las que Marga ve que puede flexibilizar su sentido del deber para no perjudicar a su familia.

P. Los Fiúza, los Soutelo, los Neira. ¿Serramoura es una serie de clanes familiares?  

I. N. Nosotros somos muy poco clan, somos una familia propiamente dicha (ríe), porque los Soutelo y los Fiúza se mueven más por sus intereses económicos y se manejan por sus envidias personales.

L. R. Somos una familia más sufrida y con la que los espectadores se pueden sentir identificados. Dentro de las cosas muy fuertes que les pasan también les ocurren cosas muy reales: el paro está ahí presente, la enfermedad de Moncho, los problemas con la abuela del niño...

P. ¿Cómo se enfrentan Marga y Raquel a la nueva temporada?

L. R. Marga y Raquel tienen una relación muy real de hermanas. Se apoyan, pero son las primeras que se disparan cuando la relación está regular. Tiene que pasar algo muy gordo para que la relación se rompa.

I. N. En la nueva temporada vamos a ser la familia Neira y uno más. Lo dejamos ahí.

«La trayectoria que siguieron Raquel y Marga influyó en nosotras»

Las actrices que encarnan a las dos hermanas Neira han forjado una estrecha relación fuera de la ficción de Serramoura.

 P. ¿Cómo es trabajar al lado de Isabel Naveira y Lucía Regueiro?

I. N. El trabajo con Lucía es maravilloso. Para mí, Lucía ha sido un gran descubrimiento en Serramoura porque no habíamos trabajado juntas antes. Es una mujer muy profesional, con mucho sentimiento, y tener un compañero del que siempre te puedes fiar, que sabes que no te va a fallar, que va a estar preparado y que sabe resolver es muy importante.  

L. R. Para mí, Isabel Naveira es la mejor actriz de Galicia. Es la conjunción perfecta de técnica, sensibilidad e instinto que la hacen una compañera perfecta. Esta profesión es muy bonita, pero tiene sus complicaciones y poder confiar en un compañero es un tesoro que hay que saber valorar.

P. ¿Que hay de la relación de Marga y Raquel en la relación entre Lucía e Isabel?

L. R. Creo que la trayectoria que siguieron Raquel y Marga de alguna manera influyó en nosotras. Empezamos la serie sin conocernos y nuestra relación era mucho más fría que ahora. Al mismo tiempo que se fue construyendo la relación de Marga y Raquel también lo hacía la de Lucía e Isabel, y eso es muy gratificante.

I. N. A lo mejor esas cosas que nos decíamos tan a bocajarro como personajes hizo que nos relacionáramos con más apertura entre nosotras. Es verdad que tenemos una relación muy bonita en la realidad.

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