Luis XIV construye su corte en «Versailles»

b. p. l. REDACCIÓN /LA VOZ

PLATA O PLOMO

La superproducción francesa retrata a un monarca cegado por su ambición y por la pasión hacia su amante, Madame de Montespan

11 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un rey escribirá su epitafio en piedra o lo escribirá en sangre». Luis XIV sigue explorando cuál será el destino que le espera en la segunda temporada de Versailles, la ambiciosa superproducción francesa que recrea los orígenes de la joya de su corona, el palacio de Versalles. En el primer episodio de la segunda temporada, que acaba de estrenar Movistar Series, el Rey Sol (interpretado por George Blagden) sigue erigiendo el monumental edificio, «una creación para la eternidad», que es testigo de la historia de su rey y cuya desmesura lo convertirá en objeto de envidia de sus vecinos europeos. 

«Mil hombres han muerto y muchos más morirán» para levantar los muros donde el monarca construye su corte, rebosante de ministros y nobles inquilinos con aspiraciones cuyo número va en aumento y que se dedican a complacer y temer al rey a partes iguales mientras conspiran, se envenenan y se entregan a los placeres sin medida.

La serie retrata a un Luis XIV cegado por su ambición y por la pasión hacia su amante, Madame de Montespan, que pasa de la cama a la bañera siempre escasa de ropa. Ella enfrenta al monarca al peor de sus miedos cuando le prepara un encuentro con una bruja que vaticina: «Terribles horrores esperan a los reyes». Eso llegaría varias generaciones más tarde. Mientras tanto, Luis XIV se enfrenta a Guillermo de Orange, el enemigo a batir y al que culpa de la rebelión que ha puesto en peligro al delfín de Francia. En el arranque de la temporada, el monarca se lanza a la guerra y cualquier opinión en contra será un acto de traición.