Francisco es ingeniero aeronáutico. Su hermana mayor, doctora en Química. La siguiente estudió Derecho y Empresariales. Al del medio le ha dado por la Farmacia. La pequeña será odontóloga. Beatriz duerme poco. Estudia mucho. Encadena guardias. Salva vidas. El mir le deja poco tiempo para visitar a su hermana. Que también se ha especializado en curar enfermedades. Las del alma. Psicóloga y trabajadora social. Conversa con su otra hermana. La que es pedagoga. La que prepara su tesis. En la Universidad de Granada.
José tiene una voz potente. Pero no todos le conocen la cara. Aunque iba para trabajador social, el periodismo, la radio, han ganado la batalla. A José quizá lo escucha Jesús. 34 años. Taxista. El cuarto de cinco hermanos. El que lleva el sustento a casa.
Miriam tiene 15 años. No piensa en casarse. Lo que quiere es seguir estudiando. Samara, que ya tiene ocho, juega con sus amigas. Le gusta hacer de ama de casa.
Vidas normales. Profesiones comunes. Ni grandes coches. Ni flamenco. Ni chatarra. No roban. Tampoco son trapaceros. Ni su casa parece salida de una comparsa. Son gitanos. Gitanos que están hartos de las gitanadas. Como las que aparecen en algunos programas de televisión que los han convertido en esperpentos con patas. Son gitanos. Hartos de gitanadas. Como la que el miércoles vuelve a las pantallas.