El gran guateque

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

21 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La gala del sesenta cumpleaños de Televisión Española recuperó, por una noche, una fiesta televisiva como las que se hacían antes, con orquesta, cantantes, humoristas y escalera para descender lentamente al ritmo de la melodía. La programación solía tener en ese género de las variedades musicales uno de los máximos exponentes del entretenimiento y el poder aglutinador de reunir a toda la familia, porque siempre había algo del gusto de cada uno. Tan pronto se entrevistaba a un famoso como se hacía un truco de prestidigitación y ahí el espectador se familiarizaba con canciones y géneros diversos que, por afinidad o por oposición, iban conformando su gusto musical. En esos programas, el público conoció a figuras como Raffaella Carrá, primero como artista invitada y, más tarde, como anfitriona de Hola Raffaella, con sus recordadas llamadas al público y secciones-concurso como aquel Si fuera, que llegaron a marcar una época. El pasado domingo volvió a cumplir, por última vez, con su papel de presentadora abonada a la misma crema antiedad que Jordi Hurtado.

La gala se ganó el apoyo del público con una llamada a la nostalgia y con un despliegue de medios muy poco habitual ahora que la música ha desaparecido de la televisión en favor de YouTube. Solo le queda el hueco que le dejan concursos de talentos como «La voz», donde esta noche dos gallegas aspiran seriamente al triunfo.