Edurne se deja querer por los eurofans

ramón rivera VIENA / ENVIADO ESPECIAL

TELEVISIÓN

Edurne con fans en Viena
Edurne con fans en Viena Anna Torrents | EFE

Lo peor de la experiencia eurovisiva hasta el momento fue su primer ensayo. La prensa española ha sido la más crítica con una puesta en escena con mucho dramatismo y desnudo parcial del bailarín

19 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Edurne estará esta noche en el Stadthall de Viena, pero solo disfrutando del espectáculo como parte del publico. La apretada agenda de la madrileña la llevó ayer hasta el parque Burggarten,  en el centro de la ciudad, donde se reunió con un centenar de aficionados de Eurovisión y españoles residentes en Viena en una calurosa tarde. Tras una entrada triunfal en un carro de caballos, y a los pies de la estatua de Mozart, Edurne se hartó de dar besos y sacarse fotos con la multitud, siempre con una sonrisa. Banderas de España, muchas camisetas rojas y regalos recibieron a la cantante, además de una coreografía que los fans más atrevidos osaron realizar bajo las órdenes del bailarín Giuseppe di Bella y la coreógrafa Myriam Benedited, que ensayaron previamente con los voluntarios para sorprender a la cantante.

Esta se mostró muy accesible con los fans, igual que había hecho el domingo en la alfombra roja de la ceremonia de apertura. El grandioso y espectacular ayuntamiento de Viena y una plaza repleta recibieron en un ambiente festivo a las 40 delegaciones participantes en esta edición, que cumple las bodas de diamante. «Estaba encantada hablando con todo el mundo, disfrutando de la alfombra roja y del evento -confesó Edurne,-. Me lo pasé bomba». La española fue una de las más solicitadas, hasta el punto de que le costó recorrer los cien metros de alfombra.

Lo peor de la experiencia eurovisiva de Edurne hasta el momento fue su primer ensayo del domingo. La prensa española desplazada ha sido la más crítica con una puesta en escena con mucho dramatismo, viento, coreografía casi imposible, cambio de vestuario y desnudo parcial del bailarín Giussepe di Bella, que recuerda más a una actuación de un país del este que a un producto made in Spain. En lo vocal, la madrileña está «contenta con la primera toma de contacto», aunque no estuvo en su mejor momento. La delegación española confía en que las cosas mejoren para la gran final y han garantizado que se introducirán mejoras de escenografía y realización.