Cabaré nocturno

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

08 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La gallina Cocoguagua era un dramón. Su trama sobre la orfandad la equiparaba al peregrinaje de Marco de los Apeninos a los Andes, pero las penas, con música naíf, parecían menos. La canción de la infancia ochentera no volverá a ser la misma después de escuchar su versión de cabaré, como la habría interpretado una arrebatada Edith Piaf. Ocurrió en Alaska y Segura, ese experimento que ha cambiado la franja estelar de La 2 por un rincón de madrugada en La 1, cadena que abandera la conciliación horaria.

Desde su reducto, el programa despliega ideas y recursos singulares que merecerían más público del que reúnen. Más noctámbulo que en anteriores temporadas y con la baza de su nueva pareja protagonista, el espectáculo gana puntos al combinar, en directo y en un mismo espacio-tiempo, coreografías del público, conversaciones reposadas sobre cultura, anuncios vintage, actuaciones sorprendentes y entrevistas con Carmen Machi y con Tricicle, esta última en un camarote de los hermanos Marx de quita y pon atornillado sobre la marcha. Un producto aquilatado que demuestra que otra televisión es posible. Como lo es cerrar un programa dedicado al 50.º aniversario de Sonrisas y lágrimas con Mago de Oz cantando el Do, re, mi de la familia Von Trapp. Un pasatiempo que en el futuro será recuperado por espacios recopilatorios de rarezas televisivas y que hoy pasa casi inadvertido.