El lado positivo

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

22 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Mota tiene su lugar en el mundo en un hueco de La 1 de TVE. Después de transitar sin arraigo por Telecinco, el humorista regresó a casa para descubrir que cadena y público aún le guardaban ausencia. Con su último especial de Nochevieja, primero, y su nuevo programa de los viernes, después, demostró ser acreedor de tal privilegio.

Mota sigue siendo el mismo, pero reinventado. Ha aparcado a tiempo a sus clásicos ya amortizados para centrarse en un humor más elaborado y ácido, que mira siempre «el lado positivo» que proclama su sintonía. La actualidad diaria de España es un guion que pide a gritos una caricatura y él le ha cogido el pulso con su ingenio personal, que va de los pequeños detalles a los grandes personajes, muchos de ellos televisivos. Y de La Sexta. Arrancó con el clon de Jordi Évole, protagonista de uno de los mejores momentos del especial de fin de año, y siguió con Gloria Serra, Chicote Krueger, García Ferreras y Ana Pastorcilla, tenaz entrevistadora infantil que acorraló a un Pablo Iglesias mimetizado con el original.

Como un quevedo que entre el clavel y la rosa señala la cojera real, Mota se anota el punto de que la crítica social haya obtenido luz verde en TVE. Sketches como el de la patera que cruza el Manzanares repleta de jóvenes ilegales, cerebros que se fugan a Alemania con antecedentes delictivos como másteres y títulos de posgrado, es, en estos tiempos preelectorales, una carga de profundidad.