Pedriño: «Estoy encantado de ser parte de la telebasura»

Ivannia Salazar REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

El concursante de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?» de Valdoviño que conquistó al público de Cuatro junto a su madre, de quien dice ser el fan número uno, habla sin tapujos de su homosexualidad, su condición de hijo adoptivo y, por supuesto, de los «realities»

26 nov 2012 . Actualizado a las 12:42 h.

Pedro Castro García salió del programa ¿Quién quiere sacarse con mi hijo? (Cuatro) de la mano de su madre y no de la de su principal pretendiente. Y es que este joven de Valdoviño tiene claro que su Lady Mari (como la llama en alusión a Lady Gaga, por los leggins que viste) es la persona más importante de su vida, y solo la cambiará por alguien que valga realmente la pena. Tras su paso por el programa, Pedriño les revela a los lectores de La Voz lo que hay detrás del personaje que salió en televisión.

-¿Cómo se define a sí mismo? ¿Quién es Pedriño detrás de las cámaras?

-Aunque creo que es un poco difícil definirme, me considero bastante abierto, irónico, buen amigo... y, sí, confieso que también soy un poquito egocéntrico. Pero sobre todo soy bastante soñador, sueño todo el rato. Es como si tuviera un mundo paralelo al mundo real, en el que hay mucha fantasía. Me imagino saliendo en videoclips, en películas... parece un poco ida de olla [risas].

-Pues en videoclips aún no ha salido, pero ya salió en televisión, que no es poco...

-Es que me están pasando cosas que son como de coña. Yo antes les decía a mis amigos: «Algún día iré a Sálvame, algún día saldré en televisión», y al final, mira, se me ha cumplido. Soy muy afortunado, de alguna manera siempre consigo lo que quiero.

-Y ahora, tras la salida del programa, ¿qué está haciendo? ¿Cuál es su siguiente meta por cumplir?

-Llevo tres semanas instalándome en Madrid, estoy abierto a propuestas... Yo estudié diseño (aunque no terminé) y he hecho de todo: he trabajado como estilista, escaparatista, monitor en la piscina, relaciones públicas... Pero ahora mismo me gustaría trabajar en radio o en televisión, me ha encantado la experiencia de la tele.

-En televisión y en lo que más le gusta, que es la telebasura, aunque el término le molesta, ¿verdad?

-Es un término muy ofensivo para llamar a un tipo de televisión que es el que ve la mayoría de la gente, aunque mucha no lo acepte. A mí me gusta el corazón, la crónica social, el cotilleo, los realities... Y creo que valgo para ello. Si eso es telebasura, estoy encantado de ser parte de la telebasura. De hecho, lo que más me gustaría ahora es que se hiciera un reality de mí y de mi madre, un spinoff. Como acabo de mudarme a Madrid, podría llamarse Pedriño se va a la gran ciudad.

-¿Tiene mucha influencia su madre en su vida personal?

-La tiene, la tiene, y encima, cada vez más. La verdad es que por teléfono es muy pesada, pero inconscientemente luego hago lo que ella me ha dicho; y cada vez me veo más parecido a ella, me veo como más señora. Me fío bastante de ella porque los dos somos muy intuitivos, en especial con las personas. Puedo asegurarte que el mayor fan de mi madre soy yo.

-Habla mucho de su madre, pero de su padre no sabemos nada. ¿Cómo se tomó él que participaran los dos en un «reality»?

-Mi padre y el resto de la familia lo llevan genial. Mi padre es un hombre muy tranquilo y muy comprensivo, no tiene mucho que ver con todo esto porque este tipo de programas no los ven los padres. Lo único que me critica bastante es que digo muchas palabrotas.

-¿Tiene curiosidad por conocer a sus padres biológicos?

-No, no la tengo. Quizá alguna vez me he preguntado cómo será ver a alguien parecido a mí físicamente, pero nada más. Ser adoptado me ha afectado solo para bien, no podría tener unos padres mejores que los que tengo y que me han ayudado a ser el que soy. Nunca he tenido ningún trauma, imagino que porque siempre lo supe, desde pequeño. Además, soy hijo único y se nota: supermimado y superprotegido.

-Aceptar ser un hijo adoptado fue sencillo. ¿Lo fue también aceptar su homosexualidad?

-Cuando te das cuenta de que eres marica, en especial en un pueblo pequeño, todo es muy raro. Tardé en salir del armario por eso, además eran otros tiempos. Tendría 11 o 12 años cuando me di cuenta de que me gustaban los chicos mientras a todos mis amigos les gustaban las niñas. Yo sabía que mi madre lo sabía, pero me mosqueaba que no me lo preguntara, porque siempre hablamos de todo, menos de eso. Y yo me dije: «Pues hasta que no me lo pregunte, no se lo voy a decir». Y así fue, tenía 25 años.

-¿También se lo dijo a su padre?

-No, no, de eso se encargó mi madre, se lo dijo ella.

-Supongo que estará encantado de que el Tribunal Constitucional haya dado el visto bueno al matrimonio homosexual.

-Es que me parece perfecto que haya sido así. ¿A qué viene que una vez aprobada una ley se pongan a marear con el tema de si es matrimonio o no es matrimonio? No viene a nada. Y a mí personalmente me gustaría casarme, no se si lo haré, pero me gustaría, y mientras tanto voy a las bodas de todos mis amigos.

-¿Está soltero ahora mismo?

-Oficialmente soltero, sí [risas].

-Su forma de vestir llamó mucho la atención durante el programa. ¿Se viste así en la vida real o era parte de tu personaje?

-[Risas]. No siempre voy hecho un cuadro, pero lo de la ropa me lo tomo como un divertimento, me compro lo que me gusta y me lo pongo, supongo que en parte me gusta llamar la atención. Incluso tengo días temáticos: a veces voy más gótico, otros más pijito... Lo importante es defender la prenda que llevas puesta.

-Se ha hablado mucho también de los «leggins» de su madre, tipo Lady Gaga.

-¡Sí! Y le quedan estupendos. Ella es mi Lady Mari.