En marzo de 1882 se colocó la primera piedra de uno de los símbolos modernistas Los espacios verdes en el entorno y el caos de tráfico, preocupaciones de los arquitectos
25 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.El próximo 19 de marzo la Sagrada Familia, diseñada por el arquitecto catalán Antoni Gaudí, celebra el 125 aniversario de la colocación de la primera piedra. A partir de esta fecha y hasta finales de año se organizarán diversas actividades, como exposiciones, debates, conferencias y conciertos. Un nutrido grupo de arquitectos y expertos reflexionarán sobre el entorno que tendría que tener este templo con el fin de dotarlo de más espacios verdes y para acabar con el «caos del tráfico rodado», explicó el arquitecto jefe de las obras, Jordi Bonet. En 1882 se puso la primera piedra de uno de los símbolos más representativos, junto con el Parque Güell y la Pedrera, de la arquitectura modernista barcelonesa. El templo nació de la iniciativa privada, la de Josep María Bocadella, que presidía la Asociación Espiritual de Devotos de Sant Josep. Los primeros trabajos comenzaron bajo la dirección del arquitecto Francesc de Paula Villar, quien pretendió darle un estilo neogótico. Villar abandonó el proyecto por desacuerdos con el Ayuntamiento. Su sustituto fue Gaudí, quien modificó el proyecto por entero, salvo la parte ya construida de la cripta. Más de un siglo después «sigue maravillando al mundo entero», asegura Bonet. Gaudí dedicó 43 años de su vida a trabajar intensamente en este proyecto. La construcción todavía no está acabada, porque, como dice Bonet, «un trabajo de estas características requiere tiempo. No estamos hablando de un parque temático, sino de una catedral, y muchos de estos templos han tardado siglos en concluirse». El genial artista decidía muchos aspectos de la obra a medida que la construcción avanzaba. De este modo se hacía cada vez más fantástico. «Revolucionó la arquitectura de finales del siglo XIX, se enfrentó a muchas incomprensiones y tuvo que luchar contra la burocracia y las resistencias sociales», apunta el arquitecto adjunto de la obra, Jordi Faulí. Gaudí murió tras ser atropellado por un tranvía el 10 de julio de 1926 y fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia, en un acto multitudinario en el que toda Barcelona se volcó. Nacido en Reus, murió hace 81 años, pero su espíritu «sigue vivo en las obras de la Sagrada Familia, ya que sus seguidores, desde su ayudante, Domènech Sugranyes, hasta hoy en día, no se han apartado de la línea arquitectónica que él trazó», señala Bonet. Actualmente hay ocho torres, el símbolo principal del templo. El proyecto final contempla un total de 18. Las 12 más bajas, entre las que se encuentran las ocho ya construidas, corresponden a las tres fachadas y están dedicadas a los apóstoles.