Joaquín Oristrell ha hecho terapia, pero, avisa, no ha hecho un ajuste de cuentas en su quinta película, Inconscientes , una comedia sobre el mundo del psicoanálisis ambientada a principios del siglo XX, en 1913, en Barcelona, que responde a un «antiguo deseo» del director y guionista. Oristrell escribió con Teresa de Pelegrí y Dominic Harare una historia de época protagonizada por Leonor Watling, Luís Tosar, Mercedes Sampietro, Juanjo Puigcorbé, Alex Brendemuhl y Muria Prims, que el próximo día 27 presentará al público. El autor de Los abajo firmantes y Sin vergüenza tenía ganas de mostrar «cómo los modernos de aquella época se sentían atraídos por las nuevas teorías. A la humanidad le han marcado tres goles Galileo, Darwin y Freud, quien dijo que no lo podíamos controlar todo porque teníamos un punto inconsciente que nace con nosotros», comentó el cineasta, para quien «es mucho mejor lo que ocultamos que lo que enseñamos» y «todo ser humano adulto esconde un secreto». Pero todos los personajes de Inconscientes esconden algo. Una mujer que no puede vivir su sexualidad a tope, un tipo que reúne todos los tabús, otro que se excita cuando le insultan y amores imposibles y prohibidos conforman el paisaje esta cinta que narra la insólita historia de amor entre Alma (Watling) y su cuñado Salvador (Tosar). La actriz afirma que sintonizó muy bien con Tosar, algo que confirmó el actor gallego: «Tuvimos un buen rollito. Es una comedia, pero los personajes lo pasan mal, es un drama. Fue una travesía loca, extraña y rara en la que tuve a una compañera de viaje cojonuda».