Kertész: «La autodisección fue el comienzo de mi creatividad»

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BENITO

09 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

«Comencé a investigar qué ocurrió cuando me llevaron por primera vez. Quería saber si yo era una víctima impotente o parte activa de la maquinaria que me sometía. Fue un examen muy productivo. Esta autodisección fue el comienzo de mi creatividad». De esta forma explicó ayer el escritor húngaro Imre Kestész la forma en que trató de superar la terrorífica experiencia de haber sobrevivido a Auschwitz y Buchenwald, durante la presentación de Liquidación, su primera novela tras conseguir el Premio Nobel en el 2002, que ha sido editada conjuntamente por Alfaguara y Círculo de Lectores. Se trata de una obra sin concesiones, desoladora e inquietante, protagonizada por un escritor nacido en Auschwitz, en la que enfrenta a varios personajes a las consecuencias devastadoras de los totalitarismos del siglo XX, que, dijo, «ponen a las personas en situaciones absurdas que uno no eligiría nunca». Pueblos e individuos, señala el autor de Sin destino, deben enfrentarse a los horrores que han sucedido como método de supervivencia. «Para poder vivir hay que hacer una liquidación con el pasado y mirar de frente a aquello que hemos hecho», afirmó. Para Kertész, a diferencia de lo que dijo Adorno, sí es posible «hacer poesía» después de Auschwitz y escribir sobre aquella experiencia única. Aunque no quiso pronunciarse sobre la política norteamericana, sí dijo que «Estados Unidos salvó dos veces a Europa, del nazismo y del comunismo y eso ya es bastante». El escritor sí mostró su pesimismo sobre el mundo actual, en el que «faltan el consenso y el acuerdo en lo que respecta a los valores universales». Su conclusión fue demoledora: «Con estos valores no se podría sobrevivir hoy en Auschwitz».