El actor norteamericano ya consiguió un Globo de Oro por «About Schmidt» Cuando aún faltan unos días para que se hagan públicas las nominaciones a la nueva edición de los Oscar, todo parece indicar que en uno de los renglones más prestigiosos, el de actor principal, la contienda por la estauílla dorada será cosa de dos.
26 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Los viejos zorros de Hollywood Jack Nicholson y Michael Caine parten este año como favoritos en algunas apuestas, gracias a sus aclamadas interpretaciones en las películas About Schmidt y The quiet American , respectivamente. Nicholson, que ya tiene tres Oscar en casa, lo tiene más fácil. Su película no es conflictiva, como la de su colega Caine, y además ya ha obtenido la semana pasada un Globo de Oro por este trabajo. El realizador y guionista Alexander Payne, joven autor de la excelente The Election , ha vuelto a sorprender ahora con una obra a la medida de Nicholson, que tuvo que rebajar su cachet de 15 millones de euros para poder trabajar en una cinta de bajo presupuesto según los cánones de EE. UU., sólo 30 millones. Un hombre en crisis En About Schmidt , el protagonista de Mejor imposible vuelve a dar uno de sus recitales acostumbrados, metido hasta las cejas en la piel de un hombre maduro en crisis. El filme cuenta el viaje -exterior e interior- de Schmidt, un señor que acaba de jubilarse y de perder a su esposa casi al mismo tiempo, desde Nebraska hasta Denver, para asistir a la boda de su hija (Hope Davis) con un vendedor (Dermot Mulroney). Si la relación con la chica nunca había sido fácil, ahora todo se complicará para él, ya que su futuro yerno no le cae bien. Además, si a esto se añade la pena por la mujer fallecida y su mezcla de amargura e impotencia por verse privado de un trabajo a una edad en la que todavía se considera útil, el drama del hombre corriente parece servido. A sus 55 años el vanidoso Nicholson está encantado con el papel, que le ha proporcionado algunas de las mejores críticas de una carrera que abarca ya 56 personajes. Lo que menos le ha gustado del rodaje ha sido aparecer notoriamente envejecido, gordo y con un diseño capilar estilo Anasagasti. Hacer este personaje «fue sólo físicamente duro cuando me miraba en el espejo de camino al trabajo. Me sentí como si dijese: "Dios mío, nunca me recuperaré de esto"», ha afirmado recientemente en una entrevista. El actor también ha confesado que durante el rodaje sintió muy de cerca la presencia casi fantasmal de actores nacidos en la zona de Omaha, en Nebraska, como Henry Fonda, Montgomery Clift, Fred Astaire o ese Marlon Brando que estos días ha confesado vivir en una suerte de harén. También Michael Caine ha tenido que sufrir los rigores de la edad en una de sus últimas interpretaciones. A sir Michael, que ya pasea 69 gloriosos años, no le hizo mucha gracia, en un principio, tener que retozar con una jovencita de 22 en The quiet American . Aunque más adelante, a toro pasado, reveló que una vez metido en el rodaje, aquello de recibir los favores de una guapa actriz oriental no había sido tan malo.