McCartney veta a Luar na Lubre

GEMMA VEIGA MADRID

TELEVISIÓN

XOSÉ CASTRO

El ex-beatle prohíbe al grupo gallego versionar su canción con The Wings «Mull of kyntire» Luar na lubre, el grupo de folk gallego que acompañó a Mike Olfield en su última gira, no ha podido versionar un tema de Paul McCartney -cuando cantaba con The Wings- grabado en 1978. El ex-beatle impidió que se realizase esta grabación, a pesar de que es algo más que habitual en el mundo de la música. Al parecer, al equipo de McCartney no les gustó el tema, que tenía algunas diferencias con el original, «Mull of kyntire», y que estaba cantado en gallego con ciertos tintes ecologistas.

10 ene 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo empezó el pasado verano, cuando la formación gallega decidió incluir una versión de Mull of kymtier para completar su nuevo recopilatorio de grandes éxitos, Colección 1986-2000. Los gallegos tradujeron la pieza del ex-Beatle a su lengua vernácula, le hicieron algunos arreglillos y apostaron por bautizarlo con el entusiasta título de Imos cantar -al fin y al cabo fonéticamente no distaba mucho del original malofcantar-. Los de Luar probaron la aceptación del temita en varios directos, incluido el que se marcaron el 26 de julio en La noche celta de la Expo de Hannover. La cosa sonaba tan bien que decidieron que la canción fuera el single que promocionaría su recopilatorio. Cuando llegó el tramite burocrático de solicitar los derechos de grabación, llegó también la desgracia. McCartney, autor original y propietario único y legítimo, vetó el uso -en gallego y con tintes ecologistas- que Luar na lubre quería hacer de su tema. «No les gustó nuestra canción -explica el representante de Luar na lubre- y decidieron denegarnos la opción de versionarlo». Lo que sí les ofrecieron fue la posibilidad de rehacerlo conjuntamente, algo a lo que los gallegos se negaron, a pesar de que encontrar un nuevo single retrasará la salida de su disco (está previsto que se edite en marzo con colaboraciones de Hevia y Milanés). Casi una tradición La historia de la música, como la historia de casi todo, está llena de síes y de noes, de autorizaciones y desautorizaciones pero, según fuentes de la SGAE, no es frecuente desaprobar una versión, teniendo en cuenta que el artista original cobrará los derechos de autor que genera la adaptación; es decir, ingresos. Véase si no un caso célebre. Cuando Joaquín Rodrigo compuso su famoso Concierto de Aranjuez, allá por 1940, la pieza no pasó de ser valorada por un público capaz de apreciar su grandeza sinfónica. Sólo cuando Mile Davis le enchufó el ritmo del jazz bajo el título de Spain y Richard Anthony, el del pop en Aranjuez mon amour, las multitudes descubrieron la canción. Se dice que Rodrigo fue reticente a autorizar ambas versiones. Hoy, el Concierto de Aranjuez es el tema que más derechos de autor ha generado en la historia. Pero McCartney no necesita los royalties de una versión folk para llegar a fin de mes.