Miguel Sande presentó ayer en la sede de la Diputación coruñesa su obra Ninguén chorou por nós, que se estrenará mañana, a las diez de la noche y con entrada gratuita, en el teatro Colón de A Coruña. Sande recibió el premio de teatro Rafael Dieste en 1998 por esta pieza y ya había sido finalista del Premio Nacional de Teatro en 1985. La compañía Teatro Bruto será la encargada de llevar a escena el texto de Sande.
12 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.La obra toma el título de un verso de Uxío Novoneyra, al que el autor se la ofrece. El momento en el que se pasa a la locura ocupa un lugar primordial en el argumento: «O texto está inspirado nunha familia desahuciada, aínda que logo recrea o trance mesmo no que se cae na tolemia», explica Miguel Sande. La palabra no es el elemento principal de Ninguén chorou por nós, como aclara el autor: «Hai berros, laios, silencios, etc. Pretende provocar sensacións». La puesta en escena incluye vídeo, montajes visuales por ordenador, danza y un monólogo. Locura, destrucción y miedo Para el director, Pablo Rodríguez, hay tres ejes sobre los que gira la obra: la locura, la destrucción y el miedo. Destaca que el texto original es muy abierto, lo que permitió que Teatro Bruto escogiese una de las múltiples interpretaciones posibles. «Foi un reto apaixoante, porque hai situacións límite e moitos elementos, pero ningunha concreción», indica. Las actrices que representarán la obra _Gena Baamonde, Mónica Camaño y Gloria Rico_ coinciden con el director en la libertad interpretativa. Mónica Camaño resalta el valor que tiene el embarcarse en proyectos como éste: «Non había nada orientado, polo que non é coller e poñerse a memorizar, senón volver a crear. É un traballo co que é posible e moi doado aprender moito».