Polémica y amenazas de veto al nuevo programa de Max, «Naked Attraction», al que tildan de «pornográfico» y «perverso»

LA VOZ REDACCIÓN

SOCIEDAD

El programa de citas presentado por Marta Flich, en el que se elige entre varios pretendientes tras ver únicamente sus genitales, ha sido criticado por asociaciones conservadores por «perverso» y «pornográfico»

23 may 2024 . Actualizado a las 13:51 h.

Han pasado solo dos días desde el lanzamiento oficial de Max en España y la flamante plataforma está viviendo ya su primera gran polémica. El estreno de uno de sus nuevos programas estrella, Naked Attraction, conducido por Marta Flich en su siguiente aventura como presentadora tras GH Vip y GH Dúo, ha levantado ampollas por la explicitud de sus imágenes y por su debatible calificación por edades. Hasta el punto de que, solo unas horas después de su estreno, una asociación ya ha pedido públicamente su retirada y ha hecho un llamamiento al veto a la plataforma.

Naked Attraction, adaptación en España del formato británico homónimo, es un programa de citas cuya particularidad reside en que lo primero que ven los protagonistas de sus pretendientes son sus genitales. Y en todo su esplendor. Sin píxeles ni grafismos que tapen nada.

En un principio, los candidatos están semiocultos tras unas mamparas traslúcidas de colores, que unos minutos después se elevan hasta el vientre de los aspirantes masculinos o hasta los hombros de las aspirantes femeninas, dejando ver sus penes y sus vaginas y pechos respectivamente.

Ya anticipaba la propia Marta Flich en la rueda de prensa de presentación del programa las potenciales polémicas que podían surgir por este formato. «No tengo ninguna duda de que el programa higieniza todos los tabúes y prejuicios, hará que se hable y se normalice para darle naturalidad», avanzaba la comunicadora. Aunque, de momento, las reacciones en redes sociales se han centrado más en las críticas y en la estupefacción y estupor de los espectadores que en el sano debate que se buscaba.

Una de las reacciones más exaltadas ha venido por parte del conservador Instituto de Política Social, una institución cristiana que ha exigido a Max que retire de manera inmediata un programa al que tildan de «perverso», «pornográfico», que «atenta gravemente contra la integridad de la mujer» y que supone una prueba de la «depravación moral y humana» actual. Además, han advertido de que avisarán a sus socios, amigos y colaboradores para que veten la plataforma, dándose de baja del servicio, como muestra de protesta contra este nuevo formato.

Más allá de la esperada polémica, previsible ya de antemano por parte de la plataforma después de que sufriese una reacción semejante en su estreno en el Reino Unido, Italia, Alemania y Suecia, lo cierto es que llama la atención la diferencia en la calificación de edad que le dan a este programa las dos plataformas que la tienen en emisión. Mientras en el catálogo español de Max está categorizado como para mayores de 12 años, lo que, según la política de la plataforma, lo hace adecuado para la mayoría de adolescentes nacidos a partir del 2012, en Movistar Plus+ han optado por ser más restrictivos, con una calificación para mayores de 16 años.

Una evidente distinción que ha suscitado la polémica tanto de muchos padres como de ciertos colectivos, especialmente conservadores.

Marta Flich había destacado en su presentación que el programa surgía como «un proyecto precioso, sano a más no poder, positivo y sin prejuicios», destacó la diversidad de cuerpos y mencionó algunas historias conmovedoras, como la de una mujer que sufrió con cáncer de mama que tomó la determinación de participar precisamente para visualizar situaciones como la suya. «Decidió ir y decir "esta soy yo"», comentó emocionada sobre esta demostración de que «todos los cuerpos son bonitos y los gustos son infinitos».