La conexión del Amazonas y el Tíbet

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Deforestación en el Amazonas. 3 de septiembre.
Deforestación en el Amazonas. 3 de septiembre. NACHO DOCE | REUTERS

La deforestación en la selva amazónica está provocando un calentamiento de la meseta tibetana, conocida como el tercer polo, por la enorme cantidad de glaciares que alberga

13 ene 2023 . Actualizado a las 11:37 h.

La ciencia ha encontrado un nuevo vínculo entre dos lugares que están separados por 15.000 kilómetros. Otro ejemplo de que la atmósfera no atiende a fronteras físicas. Según un artículo publicado esta semana en la revista Nature Climate Change la deforestación en la selva amazónica está influyendo tanto en el occidente de la Antártida como en el Tíbet.

Los responsables de esta investigación han realizado un meticuloso trabajo de recopilación sobre datos climáticos de todo el planeta entre 1979 y el 2019 para buscar cómo puede estar afectando el retroceso de la vegetación tropical. El artículo apunta que desde el año 2000 tres cuartas parte de la selva han perdido resiliencia. Y descubrieron que la deforestación está provocando un calentamiento de la meseta tibetana, conocida como el tercer polo, por la enorme cantidad de glaciares que alberga.

La teleconexión atmosférica entre el Amazonas y el Tíbet se canaliza a través de varios mecanismos como la zona de convergencia intertropical, un cinturón de nubes de tormenta que rodea el ecuador, y los vientos del oeste que soplan en la latitud media del hemisferio norte.

Este estudio también confirma que la meseta tibetana se está calentando con más intensidad que el resto del planeta, casi al mismo ritmo que el Ártico. Y esto tiene que ver con la gran masa de hielo que acoge. En las zonas heladas del mundo se produce un fenómeno local conocido como amplificación. A medida que el blanco desaparece, la superficie que queda al descubierto absorbe más radiación solar en lugar de rebotarla al espacio. De esta forma, se produce un calentamiento adicional.

La investigación subraya que se están registrando en el Tíbet las primeras señales de alarma sobre la extensión de la cubierta de nieve. En este sentido, aseguran que la región es uno de los puntos críticos de la Tierra, no ya por el papel de los glaciares en el sistema climático global, sino por la gran cantidad de agua dulce de la que dependen 1.200 millones de personas, no solo para beber, también para la agricultura. El cambio climático está alterando las temporadas de deshielo en la región. Desde 1979 el suministro de agua a los ríos en las montañas de Asia se redujo el 16 %.