Jorge Gutiérrez: «La pornografía está dejando muchos cadáveres, es la adicción perfecta»

SOCIEDAD

Desde la asociación Dale una Vuelta han atendido ya a más de 5.000 personas con este problema. Ahora analiza las claves del enganche al porno en «La trampa del sexo digital»
15 nov 2021 . Actualizado a las 10:58 h.Jorge Gutiérrez (Murcia, 1972) observó que, más allá de las cuestiones morales con las que tradicionalmente se rechazaba la pornografía, su expansión a través de las vías digitales empezaba a provocar un problema: la adicción. Desde la asociación Dale Una Vuelta han atendido ya a más de 5.000 personas. Ahora acaba de publicar La trampa del sexo digital (Almuzara), un volumen en el que analiza una cuestión oculta con los ojos puestos en las nuevas generaciones. Los que crecen con lo que el autor denomina «un cine porno en el bolsillo».
-¿Qué consecuencias tiene esa adicción a la pornografía?
-Depende de la cantidad, el modo y el para qué. Muchas veces hay heridas que quieren ser curadas. Cada vez hay más estudios que señalan que afecta igual al cerebro que otras adicciones, y tiene consecuencias psicológicas y neurológicas. También trae mucho aislamiento. Nos llega gente que cada vez está más sola y termina dejando sus aficiones y sus amistades. También personas con pareja que van apartando de su vida la relación con ella. Esto tiene consecuencias en las mujeres. Es una percepción de la sexualidad que se va distorsionando, porque se ven prácticas de todo tipo, muy machista y muy centradas en el placer del hombre. Esto puede hacer que se acepten ciertas conductas o se lleven a la práctica, algo que no ocurriría sin ese consumo previo. Y luego está la idea de pornificar y cosificar a la mujer.
-¿Internet lo ha disparado todo?
-En los últimos años se están multiplicando situaciones que antes ni se planteaban. En el pasado era más un tema moral, pero ahora se ha abierto mucho más el campo de tiro. Entra en juego la educación de los menores, la mujer, el feminismo y la salud. Es un nuevo panorama provocado por esa nueva capacidad de acceso, algo que era inimaginable hace 15 años.
-En su libro habla de la «escalabilidad», que el usuario problemático de porno se ve envuelto en un silencioso «más y más».
-La pornografía es la adición perfecta. El placer sexual es enorme, uno de los mayores que se puede experimentar. Afecta a toda la persona y tiene un efecto total. Y ello, con la fuerza irresistible de Internet. La novedad es muy adictiva y, en el tema del porno, es constante. Las posibilidades son infinitas. Cuando se junta el placer con esa búsqueda de novedad que te deja siempre un poco satisfecho, pero no te sacia nunca, se da una escalada adictiva perfecta. Será bueno que se siga estudiando y que sigan saliendo estudios sobre ello. El porno está dejando muchos cadáveres. Huelen bien o no dejan olor, pero ahí están.
-¿Qué le cuentan las personas que acuden a su asociación?
-Hay muchas rupturas de matrimonios y gente con disfunciones sexuales. Sus parejas ya no les excitan y no pueden tener relaciones sexuales completas. A esa persona con consumo habitual de pornografía ya no le llega la relación y necesita estar fantaseando con otras cosas. La gente que acude a nosotros es gente que lleva cinco o diez años viendo pornografía, dice basta y no puede. No sabe a dónde ir. Faltan profesionales especializados y también que se valide la adición a la pornografía. Hay gente que dice que no ha podido acabar una oposición porque no puede concentrarse. Otros tienen problemas en el trabajo, porque están todo el tiempo pensando en cuándo van a tener tiempo para ver porno.
-¿Ocurre con las mujeres?
-Es cierto que cada vez hay más mujeres que consumen pornografía, pero el problema de adicción es habitualmente masculino. Y muchas mujeres nos están escribiendo pidiendo ayuda por lo que les supone ese comportamiento de sus maridos. Se sienten solas y frustradas.
-¿Se normaliza el porno como un entretenimiento y apelando a su función «educativa»?
-Yo pienso que la pornografía nunca es educativa, porque si lo fuera sería otra cosa distinta. Hablar de pornografía como un entretenimiento tampoco es bueno. Creo que solo ayudaremos a los jóvenes cuando los adultos aceptemos esto como un problema. A día de hoy tiene mucha más capacidad de enganche, es más peligroso que antes.
-En el confinamiento la web porno Porn Hub ofreció sus contenidos prémium gratis. ¿Es un ejemplo de esa normalización?
-Esa es la situación. A veces digo que el sexo hoy en día es casi como comer palomitas. Eso pasa en la medida en que en la sociedad hay una hipersexualización y el sexo es un bien de consumo más. Igual que uno juega el tenis, ve sexo digital. Eso es un error.