Serpenteantes «colas de dragón»

SOCIEDAD

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Un esqueleto de brontosaurio en un prado, colas de dragón en la cumbre. No son alucinaciones de un fan de Juego de Tronos sino la silueta de una afilada cordal desde la que se divisa una panorámica de 360 grados de las Rías Altas. Está en Serrón Gordo (Aranga)

30 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando uno se adentra en las crestas del Serrón Gordo, a 683 metros de altura, en la cordal de Montouto (Aranga), uno tiene la sensación de haberse convertido en un protagonista de la serie de fantasía Juego de Tronos. En la cima, una estrecha franja de rocas encrestadas se asemejan a lomos y colas de dragones durmiendo en medio de la neblina. Es verdad que hay que ser muy fan de la serie y tener mucha imaginación para mirar las serpenteantes y afiladas piedras de la cordal y compararlas con la anatomía de los dragones, con sus crestas y puntas. Pero si en la costa de Laxe la gente intuye en las moles rocosas todo tipo de figuras, ¿por qué no en las Terras do Mandeo? Este encrespado paisaje bien valdría para rodar otro capítulo ambientado en Desembarco del Rey y la patria de Daenerys. Pero el senderista que no crea en cuentos de hadas ni dragones tiene otro aliciente para subir a la cima: un mirador natural en la divisoria de las provincias de A Coruña y Lugo. En este recóndito entorno, el excursionista disfruta de una panorámica de 360 grados de casi toda la esquina norte de las Rías Altas, tomando como centro la comarca de Betanzos.

Hay rutas de senderismo en el municipio de Aranga que permiten acercarse en un paseo de hora y media al Serrón Gordo y su vértice geodésico. Se parte de las aldeas cercanas a la presa del Cambás (afluente del Mandeo). De camino se ve alguna cascada en medio del bosque. Durante la subida por una pista se divisan montes boscosos hundidos en el cañón del Cambás cubiertos de neblina atravesada por la luz. La senda está presidida por una roca rectangular gigante plantada sobre el barranco. Sigue una zona de prados y pastos, en los que súbitamente, irrumpe en el paisaje un tramo de la cordal (rocas alargadas y encrespadas) que, en la lejanía, asemejan el esqueleto de un brontosaurio desplomado.

Cordal de Serrón Gordo, desde donde se divisa gran parte de las provincias de A Coruña y Lugo
Cordal de Serrón Gordo, desde donde se divisa gran parte de las provincias de A Coruña y Lugo PITA

Al poco, una pista, campo a través y rodeada de toxos, sube al Penedo do Boi y al Serrón Gordo. En la cima reaparece la serpenteante y encrespada cordal, un afilado amasijo de granito, roca pizarrosa gris y cuarzo blanco, que divide la montaña en dos. Al caminar por un sendero salteado de afiladas rocas, uno tiene la sensación de estar pisando colas de dragones. En el alto hay un parque eólico y la prometida panorámica sobre las nubes que abarca la costa de las rías Altas (A Coruña y Ferrol), As Pontes, la montaña lucense, la Serra da Loba y A Cova da Serpe. Sobresalen en la lejanía la humareda de chimeneas de la refinería coruñesa. El regreso hacia la vila y el puente de Aranga se hace bajando por una pista que pasa por aldeas, granjas, y el río Mandeo, flanqueado de bosque fluvial de colores pastel, con árboles retorcidos sobre el agua.

Río Mandeo

Hay tramos preparados para senderistas, entre arboleda frondosa y autóctona.

Aranga

El curso del Mandeo lleva hasta el puente de la vila. Por el camino, casas nobles.