Al menos 90 contagiados de coronavirus en Portugal tras una fiesta clandestina

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Vista aérea de una de las playas de Lagos, una de las zonas más turisiticas del Algarve
Vista aérea de una de las playas de Lagos, una de las zonas más turisiticas del Algarve LUIS FORRA | EFE

En el país siguen prohibidas las concentraciones de más de veinte personas. La policía belga también tuvo que intervenir en un festejo de más de 500 personas

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:01 h.

Al menos 90 personas han dado positivo por coronavirus tras asistir a una fiesta en el Club Deportivo de Odiáxere, en el municipio de Lagos, en el Algarve portugués, el pasado 7 de junio. La sala fue alquilada para una fiesta familiar para siete personas y comenzó a las 18.00 horas del domingo 7 de junio. Terminó apenas tres horas más tarde, después la presidenta del club llamase a la policía. Más tarde se comprobó que más de cien personas habían asistido al evento, según recoge Europa Press.

Ayer sábado, en la rueda de prensa diaria sobre el coronavirus, la directora general de Salud del Gobierno luso, Graça Freitas, ha confirmado casi 90 contagiados, muy por encima de los 76 de los que habían informado las autoridades regionales.

Tras conocerse lo ocurrido comenzaron a hacerse pruebas masivas de coronavirus y hasta la fecha se han realizado 1.222 tests relacionados con esta fiesta. El 80 % de los positivos son vecinos de la ciudad de Lagos y el 17 de otros puntos del Algarve. Pero no todos estuvieron en la fiesta, ya que hay incluso varios menores de edad.

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En la rueda de prensa, la ministra de Sanidad, Marta Temido, ha recordado que siguen estando prohibidas las «reuniones de más de 20 personas. Sin embargo, ha descartado por el momento el cierre sanitario del Algarve.

El caso ha provocado una investigación de la Fiscalía, que actúa de oficio para intentar pedir indemnizaciones a los impulsores de la fiesta. «La ministra de Justicia ha solicitado a la Fiscalía General de la República la intervención del Ministerio Público para, en representación del Estado, instalar acciones indemnizatorias contra los promotores del evento», ha explicado el Ministerio que dirige Francisca Van Dunem. La causa investiga un posible delito de negligencia.

El Ministerio de Sanidad de Portugal confirmó ayer sábado 377 casos nuevos y una muerte más relacionada el coronavirus en las últimas horas, hasta registrar un total de 38.841 y 1.528 fallecidos desde la declaración de la epidemia en el país.

Las fiestas ilegales preocupan en Portugal

Las fiestas ilegales con cientos de jóvenes convocados en su mayoría a través de las redes sociales y el aumento de casos en el área de Lisboa son los principales escollos que enfrenta Portugal en estos días para el control del covid-19. La del Algarve no ha sido la única en los últimos días. La Policía de Seguridad Pública (PSP) portuguesa dispersó en las últimas horas una fiesta ilegal nocturna con más de un millar de personas en la playa de Carcavelos, en Cascais (Lisboa), cuando el máximo permitido para este tipo de reuniones son 20 participantes. Los agentes tardaron dos horas en acabar con la fiesta porque los jóvenes intentaron formar grupos más reducidos a lo largo del arenal de la playa.

En la madrugada de este domingo, la PSP de Braga (norte) tuvo que desalojar la explanada conocida como «Campo das Hortas», donde se habían concentrado más de 200 jóvenes en otra convocatoria ilegal.

También en Oporto, la segunda ciudad del país, la Policía intervino anoche para acabar con una aglomeración de varias decenas de jóvenes en el centro. Reuniones de este tipo empiezan a ser habituales también en parques y miradores de Lisboa, como el emblemático mirador de Graça donde anoche se reunieron decenas de jóvenes en una improvisada fiesta con música y alcohol.

El primer ministro, António Costa, insistió anoche en que «la mejor forma de ser solidarios es que todos cumplamos las reglas». También el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo Sousa, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y ha pedido a los jóvenes que den ejemplo.

«La mayoría de los jóvenes es consciente, pero una minoría piensa que la pandemia ya pasó, y es falso, el virus está ahí», apostilló el presidente en declaraciones a periodistas.

Otro frente de preocupación son los brotes en las residencias de ancianos, como el que se ha detectado en Reguengos de Monsaraz -uno de los puntos más turísticos del Alentejo, próximo a la frontera con España- que ha dejado 56 positivos -40 ancianos y 16 trabajadores- y que podría extenderse debido a los contactos con vecinos de otras localidades.

La expansión de la enfermedad en las últimas semanas amenaza los logros obtenidos por Portugal en el inicio de la pandemia, que colocaron al país como un ejemplo en Europa. Ahora, sin embargo, registra uno de los más altos índices de contagios de la región, con especial incidencia en Lisboa y su área metropolitana, donde se están detectando una media de 250 casos diarios.

El aumento de los casos es más acusado en distritos industriales, en actividades como construcción y trabajo temporario y en barrios periféricos. El primer ministro insiste en atribuir el aumento de casos a la práctica de test masivos y sostiene que se trata de «focos bastante localizados».

El virus seguirá siendo una amenaza mientras no se encuentre vacuna, por eso, dijo anoche Costa, «o nos quedamos en casa o para salir tenemos que cumplir las reglas». Portugal, que es uno de los países de Europa que más test practica por habitante, registra 1.528 fallecidos por coronavirus y suma 38.841 contagios, 16.537 localizados en la región de Lisboa y Valle del Tajo.

Dispersan una fiesta con 500 personas en Bruselas

La Policía belga dispersó este domingo una fiesta en la que participaban unas 500 personas en el distrito bruselense de Anderlecht, una reunión de una magnitud que está prohibida de acuerdo con las normas impuestas para el desconfinamiento progresivo a causa de la pandemia de COVID-19.

Los agentes se presentaron en la madrugada del domingo en el descampado donde tenía lugar la reunión, que según la cadena pública francófona RTBF «no tenía nada de discreto» puesto que la música se escuchaba a todo volumen en todo el barrio.

La Policía pidió a los participantes que se dispersaran y éstos accedieron, de manera que no se produjo ninguna detención y tampoco se impuso ninguna multa, indicó una portavoz policial, quien agregó que es la primera vez que detectan un incidente de estas características en Anderlecht desde el inicio de la crisis del coronavirus.

Actualmente Bélgica se encuentra en su fase 3 de desconfinamiento, en la que los ciudadanos tienen la posibilidad de ver a un máximo de diez personas por semana al margen del núcleo del hogar.

En caso de que no se respeten las normas de desconfinamiento, los ayuntamientos pueden imponer sanciones de hasta 250 euros.

Por otra parte, la Policía también intervino en la noche del sábado al lunes para dispersar a varios centenares de personas en las proximidades de plaza Flagey, un punto de la capital belga que suele estar muy frecuentado por su oferta de bares y restaurantes, donde se habían concentrado de forma espontánea para presenciar un concierto improvisado. Según informó la Policía a la agencia Belga, estas personas no guardaban la distancia de seguridad entre ellas.

No es la primera vez que los agentes tienen que intervenir en esta zona para dispersar a grupo de personas que no cumplen las normas de seguridad frente a la covid-19.