«Las colas no se dan deshecho»

SOCIEDAD

Compradores a la cola en un supermercado del barrio de Canido, en Ferrol
Compradores a la cola en un supermercado del barrio de Canido, en Ferrol CESAR TOIMIL

Los supermercados de Ferrol y comarca se llenan en vísperas de los dos festivos

09 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue en todos los establecimientos por igual, pero el que más y el que menos tuvo ayer ante su puerta una cola, cívicamente espaciada, de consumidores esperando a hacer la compra. Con el Jueves y el Viernes Santo por delante, el miércoles de esta inédita Semana Santa fue el de procesionar hasta la puerta del supermercado. Y esperar allí pacientemente el turno. «Como tenemos el aforo limitado, las colas no se dan deshecho. Tenemos gente esperando desde primera hora de la mañana», detallaban desde el Mercadona de Canido, donde solo se permitía la estancia simultánea de setenta personas a la vez. Las colas eran visibles también frente al Gadis de la calle Alegre y de la calle María.

«Por mucho que te organices antes, algo siempre tienes que coger», justificaba un comprador a la espera. Además, «detrás de los festivos viene el fin de semana. Y después, Chamorro», añadió recordando el festivo que también se avecina el lunes en Ferrol.

No obstante, la afluencia se no desbordó en la mayor parte de los casos. En Alcampo, donde en días anteriores la cola cruzaba el aparcamiento, ayer la entrada era «fluida», apuntaban desde esta gran superficie que, no obstante, hoy también abre sus puertas. También lo hace en horario reducido, solo de mañana, Carrefour, donde también destacaban la normalidad

«La gente fue previsora»

«Hoy [por ayer] está tranquilita la cosa. Hay gente, pero bien», decía asimismo al mediodía una empleada del Gadis de Freixeiro, en Narón. La víspera fue más concurrida, admitía, pero, en general, «la gente fue previsora». En pequeñas tiendas como el ultramarinos Frupan, en el Alto, reconocían una concurrencia mayor que en días anteriores, pero «tampoco nada exagerado».

El coronavirus ha devorado parte del mercado de dulces que pastelerías y panaderías tenían por estas fechas. El confinamiento mermó la salida de roscones y monas de Pascua. «Estos días estamos muy flojitos de trabajo», señalaron desde Regaifa, en Ares, donde hacen reserva de bollos que este domingo bendecirá online el párroco.

En la naronesa Larpeiradas, en el Alto, venden huevos de chocolate y monas por encargo, «más que nada para que se las lleven a casa». Y la demanda repuntó en los últimos días, aunque muy lejos de la de años anteriores. Pero se han encontrado con un hándicap en el reparto a domicilio: «Hasta Narón no nos ponen peros, pero a partir de ahí paran cincuenta mil veces a los repartidores, y no compensa perder cuarenta minutos en llevar dos empanadas», explicó una empleada.